Voluntariado del pecho de España,

del corazón candeal de Castilla,

duro soldado de pino y de nieve,

seca firmeza de fuego y encina:

por Cataluña la sangre nos llama,

por Cataluña su sangre nos grita,

por Cataluña de brazos fabriles,

pródiga, grande, viril, plena y rica.

R. ALBERTI,
«Madrid por Cataluña»

Nadie es nada. Todos son

sílabas que se resumen

en un romance sin nombre

y en un olvido sin cruces.

¡Cómo se achica aquel bravo

y aquel capitán se pudre!

Y la miliciana aquella

de entreabiertos ojos dulces

con su fusil y su «mono»

muerta, en la yerba, de bruces…

¡Qué montoncillo tan leve

de campanillas azules!

Pero Dios sabe los nombres

y los separa en las nubes.

J. M. PEMÁN, «Romance de los muertos en el campo»