Fue un día del mes de julio…
¡Cómo se movía España!
Iban los hombres cantando
«Cara al sol» de madrugada,
por los campos y ciudades españolas
cuando el León despertaba.
Vieron que no estaba muerta,
sino dormida, la Raza.
Atravesaron los llanos,
escalaron las montañas,
y pronto brilló en las cumbres
más escarpadas y altas
el pabellón de Castilla,
la bandera roja y gualda (…)
y se encuentran en las cumbres
de un nuevo Imperio que avanza
por los llanos de Castilla
y los montes de Navarra (…)
A. UREÑA, «Cómo se salvó España»
Noche de julio de mil novecientos treinta y seis.
El fraile le dice al cura:
«Saca tu trabuco y ven.
Que se va a armar la de Dios.
¡La de Dios es Cristo Rey!»
El cura habló con Gil Robles;
Quiñones con Saliquet;
Saliquet con Cabanellas;
Cabanellas con Goded;
Goded con Mola y con Franco;
Franco con un Mohamed
traidor a los suyos antes,
ahora a los nuestros también
el mohamed con Fanjul;
Fanjul con Queipo después…
Y todos con los del Tercio,
y los del Tercio con el
contrabandista Juan March,
parto de zoco y burdel.
Y todos —dinero infame,
perjurio, traición, memez—
armados de armas del pueblo,
quieren al pueblo vencer…
Anónimo, «18 de julio»