[1] Tampoco se sostiene el relato de Frank sobre la supuesta carta que el sobrino de Hitler le mandó, ya que los años siguientes William Patrick los pasó en Alemania y además pudo abandonar el país en 1938. Desengañado al no haber obtenido réditos de su parentesco con el führer, William Patrick realizó una serie de «revelaciones» en el extranjero pero nunca habló de la historia del judío de Graz, en un momento en el que ya no podía temer ninguna represalia. Las investigaciones que la Gestapo llevó a cabo en la década de los treinta y a principios de los cuarenta aparentemente no obtuvieron tampoco ninguna confirmación de esa hipótesis, aunque no habría que descartar la posibilidad de que, si hubieran encontrado las pruebas, estas fueran destruidas. También se especula con la posibilidad de que esas presuntas pruebas fueron halladas y conservadas celosamente por el jefe de las SS, Heinrich Himmler, para protegerse las espaldas. En todo caso, las motivaciones de Hans Frank, un veterano antisemita, en revelar que Hitler tenía sangre judía están abiertas a cualquier interpretación. <<
[2] Aunque cuando nació Hitler la posada era regentada por la familia Dafner, al quedar viuda la propietaria, esta la vendió en 1912 a un hombre llamado Josef Pommer, pasando a ser conocida desde entonces como Gasthof zum Pommer. El edificio se encuentra en el número 15 de la calle Salzburger Vorstadt, aunque por entonces la dirección era Vorstadt 219. En la actualidad, acoge un centro de rehabilitación para niños con problemas mentales y no está abierto al público. No existe ningún indicador que señale que allí nació Hitler, pero en 1989 se colocó delante de la casa, sobre la acera, una gran piedra procedente del campo de concentración de Mauthausen con la inscripción Für Frieden, Freiheit und Demokratie. Nie wieder Faschismus. Millionen Tote mahnen (Por la paz, la libertad y la democracia. Nunca más el fascismo. Millones de muertos nos lo recuerdan). <<
[3] En la iglesia de San Esteban (Kirchenplatz, 15), todavía se conserva la pila bautismal, de gran valor artístico. <<
[4] Pese a tratarse de literatura juvenil, Hitler seguiría leyendo esas historias durante toda su vida, influyendo en la visión que adquiriría, por ejemplo, de la Unión Soviética; para él, el inabarcable territorio ruso era como el Lejano Oeste, dispuesto para ser conquistado por el hombre blanco (el alemán), desalojando de él a los indios (los rusos). Las tretas indias que solían aparecer en esos relatos inspirarían a Hitler una táctica poco ortodoxa para apoderarse de los puentes holandeses, organizando un batallón ataviado con uniformes de la policía holandesa para neutralizar las cargas explosivas. Hitler lamentaba que sus generales fueran incapaces de tener ideas de ese tipo. En una reunión, Hitler se quejó: «Estos generales son demasiado limpios y remilgados. ¡Hubieran debido leer más a Karl May!». <<
[5] Esa taberna, que desde 2009 es un restaurante italiano, está situada en el número 1 de la Michaelsbergstrasse. En el local se conserva el mismo sofá de cuero en el que falleció Alois Hitler. <<
[6] En 1906 nació el primer hijo del matrimonio Raubal, Leo. El 4 de enero de 1908 nació Angelika Maria, «Geli», quien años después jugaría un papel muy importante en la vida del entonces adolescente Adolf. En 1910 nació otra niña, Elfriede. <<
[7] En 1951, Kubizek, quien había rechazado varias ofertas durante la posguerra, acordó publicar Adolf Hitler, mein Jugendfreund (El joven Hitler que conocí, 2010), que vería la luz dos años después. Su escrito debe ser tomado con mucha cautela, ya que fue redactado cuarenta y cinco años después de los hechos. Su relato pudo verse contaminado por muchos factores. El primero fue su admiración inconfesada por Hitler, que se mantendría a lo largo de toda su vida; Kubizek siempre fue consciente de que, si había llegado a ser músico, tenía que agradecerlo a la insistencia de Hitler. Si él no hubiera llegado a su vida, su destino hubiera sido ser tapicero. Además, en 1938 comenzó a escribir sobre su amistad con el führer por encargo del partido nazi, unos textos que, supuestamente, fueron embellecidos e incluso retocados por algún escritor. Finalmente, es lógico que después de tanto tiempo se idealizasen los recuerdos positivos y se olvidasen los pasajes más oscuros. Por todo ello, existen dudas sobre el relato de aquellos hechos, especialmente en cuanto a las frases atribuidas a Hitler, pero no hay tantas sobre los sentimientos que le causó su amistad con él. <<
[8] De los grandilocuentes planes arquitectónicos que Hitler tenía reservados para Linz, tan sólo se construyó una empresa siderúrgica para fabricar armamento y el puente de los Nibelungos, que hoy cruza el Danubio a su paso por la ciudad. El puente fue edificado por presos checos y polacos del cercano campo de concentración de Mauthausen entre 1938 y 1940, utilizándose granito procedente de su cantera. El proyecto se iba a completar con dos estatuas ecuestres de seis metros de altura a cada extremo del puente que no llegarían a levantarse. En 1943 se colocaron dos modelos de esas estatuas a escala natural con ocasión de una visita de Hitler, permaneciendo después varios meses en la cabecera del puente. <<
[9] Algunos historiadores creen que uno de los factores que encendió o alimentó el antisemitismo de Hitler pudo ser el que hiciese responsable al doctor Bloch de los atroces sufrimientos de su madre. Aunque quizás esa circunstancia pudo jugar algún papel en su subconsciente, los hechos demuestran que Hitler no sólo no le guardó ningún rencor, sino que siempre le estuvo agradecido. Durante su estancia en Viena le mandó varias postales e incluso le regaló pinturas y dibujos. Tras la anexión de Austria en 1938, los judíos austriacos fueron perseguidos y Bloch se vio obligado a cerrar su consulta en octubre de ese año. El doctor escribió entonces a Hitler pidiendo ayuda y este le colocó bajo la protección de la Gestapo; él sería el único judío de Linz con ese estatus. Gracias a esa protección, pudo vender su casa por una importante suma y tramitar su emigración a Estados Unidos. Sin embargo, a Bloch y su esposa sólo se les permitió salir del país con 16 reichmark; la suma que los judíos podían llevar consigo era de apenas 10 reichmark. Este hecho, del que no sabemos si Hitler tuvo conocimiento, es el único que podría arrojar dudas sobre el grado de agradecimiento que pudo conservar hacia él. Boch se instaló en Nueva York, aunque no pudo practicar la medicina porque su título no fue reconocido. Falleció en 1945, a los 73 años. <<
[10] La cinta basada en la novela Der Tunnel, de Bernhard Kellermann (1879-1951), dirigida por William Wauer, se estrenó en septiembre de 1915, lo que hace imposible que Hitler pudiera verla entonces. Igualmente, la novela no se publicaría hasta 1913, lo que arroja dudas sobre la totalidad del testimonio de Hanisch. El túnel fue una de las novelas más exitosas de principios de siglo, vendiéndose un millón de ejemplares. El argumento gira en torno a la construcción de un túnel que ha de unir Europa y América, pero varios desastres ocurren durante su construcción, incluyendo huelgas y levantamientos de los obreros, haciendo que cuando el túnel consigue terminarse, tras 26 años de trabajo, queda obsoleto ante el inicio de los vuelos transoceánicos. <<
[11] En esa misma calle, pero en el número 106, se había alojado doce años antes otro de los nombres que marcarían el devenir del siglo XX: Vladimir Ilyich Ulyanov, Lenin. Allí, el revolucionario ruso desarrolló en sus escritos el pensamiento marxista; paradójicamente, el nuevo vecino de esa calle sería uno de los que más se distinguirían en combatirlo. <<
[12] Al contrario que en el caso de Kubizek, Häusler ha sido prácticamente ignorado por los historiadores, a pesar de compartir estrechamente un año de la vida de Hitler; los pocos datos que se conocen sobre él proceden del testimonio de su hija. Se sabe que Häusler se buscó después otro domicilio en Múnich y que, tras el estallido de la guerra, regresó a Viena. Luchó en Italia y Rumanía. Se casó en 1917 y tuvo una hija. Al acabar la guerra trabajó en Viena como comerciante. Se afilió al partido nazi en 1929. Entre 1933 y 1938 vivió en Checoslovaquia. En 1933 estuvo seis semanas en Berlín tratando de tener un encuentro con Hitler, pero este no quiso recibirle. Por entonces, sus caseros, el matrimonio Popp, recibieron órdenes muy estrictas de no mencionar al antiguo acompañante de Hitler. En 1938, Häusler se trasladó a Viena, donde accedió a un puesto oficial en el Frente Alemán del Trabajo, con lo que quizás Hitler quiso premiar y asegurar su discreción. Fue expulsado del partido nazi en 1944, sin que se conozcan los motivos. Häusler murió en Viena en 1973. <<
[13] Ernst Schmidt seguiría viéndose regularmente con Hitler hasta el verano de 1922, cuando se trasladó al pueblo de Garching, a cien kilómetros de Múnich. No obstante, el contacto personal con Hitler no se interrumpió. Se convirtió en jefe del grupo local del partido y viajó repetidas ocasiones a Múnich para encontrarse con Hitler. Cuando su amigo alcanzó el poder, Schmidt disfrutó de una protección especial, que le permitió triunfar en sus negocios particulares. Siempre tuvo acceso a Hitler y este le tuvo en alta consideración pública, ya fuera por sincero afecto o por frío cálculo para contar así con su discreción. En 1941 fue nombrado alcalde de Garching. Tras la guerra fue detenido por los norteamericanos y mantenido en prisión durante tres años. Hasta su muerte en 1985, Schmidt siguió siendo leal a Hitler y nunca reveló ningún detalle que hubiera podido dañar su imagen. Como en el caso de Rudolf Häusler, los historiadores pasan a menudo por encima de su figura sin reparar en su importancia, pese a haber mantenido su amistad con Hitler a lo largo de tres décadas. <<
[14] Los catorce militantes nazis muertos por la policía en la Odeonsplatz y los dos miembros de la liga paramilitar nacionalista Reichskriegerflagge muertos frente al Ministerio de Defensa bávaro serían considerados mártires y héroes. Desde entonces, la Feldherrnhalle se convirtió en el santuario emocional del movimiento nazi. Una vez en el poder, en el lado oeste de la galería, Hitler ordenó erigir un monumento con la inscripción: «Y habéis triunfado», seguida de los nombres de los golpistas muertos, entre los que había, entre otros, un sombrerero, un cerrajero, varios empleados bancarios, un empleado de hotel y dos ingenieros. Debajo había otra placa más pequeña con los nombres de los cuatro policías muertos en la refriega. Una guardia de honor de las SS cuidaba el monumento día y noche. Los restos mortales de los «16 testigos de sangre del movimiento» fueron exhumados y velados el 8 de noviembre de 1935 en la Feldherrnhalle y, al día siguiente, trasladados en ceremonia solemne a los «Templos de Honor» de la Königsplatz, donde debían reposar para toda la eternidad. El 3 de mayo de 1945, el Ejército norteamericano retiró el monumento nazi de la Feldherrnhalle y ordenó fundirlo. En la actualidad, una placa recuerda los nombres de los cuatro policías muertos en el enfrentamiento con los golpistas. <<
[15] Los Juegos de 1936 son recordados, curiosamente, por un episodio que nunca tuvo lugar; el supuesto desplante de Hitler al atleta norteamericano de raza negra Jesse Owens tras ganar la medalla de oro en los cien metros lisos. El mismo Owens negaría siempre que Hitler le diese la espalda en público: «Cuando pasé frente a él, se levantó, me saludó con la mano y yo le devolví el saludo». Para conocer en detalle los preparativos y el desarrollo de los Juegos Olímpicos de Berlín, ver: HERNÁNDEZ, J. El Reich de los Mil Años. 2010, pp. 215-226 y 331-351. <<
[16] Para una visión completa del conflicto, ver HERNÁNDEZ, J. Todo lo que debe saber sobre la Segunda Guerra Mundial. Madrid: Nowtilus, 2007. <<
[17] Georg Elser permanecería encarcelado en Berlín hasta 1941. Tras comenzar la invasión de la Unión Soviética fue trasladado al campo de concentración de Sachsenhausen, para ser enviado en 1944 al campo de Dachau. En ambos lugares recibió trato de prisionero privilegiado; tal vez Hitler esperaba el momento propicio para organizar un juicio destinado a demostrar que Elser formaba parte de una conspiración organizada por los servicios secretos británicos y quería mantenerlo con vida. El 5 de abril de 1945 Hitler ordenó que fueran ejecutados los prisioneros especiales de Dachau, entre los que se encontraban el almirante Wilhelm Canaris y Georg Elser. Cuatro días más tarde, Elser fue ejecutado con un tiro en la nuca. El 8 de noviembre de 2011 se inauguró en Berlín un monumento de 17 metros de altura para homenajear su figura. <<
[18] La remodelación de Berlín incluía una gran avenida de cinco kilómetros de largo y 120 metros de ancho, un arco del triunfo de 117 metros de altura y la denominada Grosse Halle o Gran Sala, un gigantesco edificio de granito y mármol de 320 metros de altura, capaz de contener hasta dieciséis veces la basílica de San Pedro en el Vaticano. Para conocer los megalómanos proyectos de Hitler para la capital berlinesa, ver HERNÁNDEZ, J. El Reich de los Mil Años. Madrid: La Esfera de los Libros, 2010, págs 393-418. <<
[19] La relación entre ambos se había consolidado a partir de 1936, logrando Eva convertirse en la amante oficiosa de Hitler. Pero él no contemplaba la posibilidad de tomarla por esposa, al considerar que eso podía perjudicarle políticamente. En una ocasión, Hitler confesó a su secretaria, Christa Schröder: «Eva es muy agradable, pero en toda mi vida solamente Geli ha despertado en mí auténtica pasión. No puedo pensar en casarme con Eva. La única mujer a la que me habría unido de por vida era Geli». Eva acabaría resignándose a ser su amante, aunque sintiéndose muy frustrada. Al no poseer la condición de esposa del führer, no podía participar en las fiestas y reuniones de los jerarcas nazis. Hitler intentaría paliar el descontento de su amante con regalos, como joyas, zapatos o abrigos de piel, o con viajes a Italia junto a su familia en uno de sus aviones oficiales, pero eso no sería suficiente para colmar sus aspiraciones. <<
[20] Para conocer el desarrollo del atentado, ver HERNÁNDEZ, J. Operación Valkiria. Madrid: Nowtilus, 2008. <<