Con el inicio de la invasión de la Unión Soviética, el 22 de junio de 1941, Hitler trasladó su cuartel general a Prusia oriental, para conducir las operaciones desde ese punto más próximo al frente. Hitler había ordenado construir en secreto un complejo de barracones y búnkeres de hormigón en una zona boscosa a cinco kilómetros de la entonces localidad germana de Rastenburg, que tras su incorporación a Polonia se convirtió en Kertrzyn. El lugar sería conocido como Wolfschanze o Guarida del Lobo.
Hasta finales de 1944, Hitler pasaría largas temporadas en la Guarida del Lobo, alternándolas con períodos de descanso en el Berghof. Los dos lugares en los que Hitler pasó la mayor parte del tiempo durante la contienda contrastan poderosamente; mientras que en Berchtesgaden disfrutaba de aire puro, luminosidad y un paisaje majestuoso, en Rastenburg se sumía en la penumbra de un denso bosque que se extendía sobre una zona pantanosa. Mientras que él se sentía a gusto en ese ambiente tenebroso, el personal que debía residir allí se quejaba amargamente del frío, la humedad y, especialmente, de la voracidad de los mosquitos.
Fue aquí donde Hitler sufrió el atentado con bomba del 20 de julio de 1944, del que salió ileso. Del barracón en el que estalló la bomba dejada por Von Stauffenberg queda su base de hormigón. El punto exacto en el que se produjo la explosión, situado al principio del recorrido por el recinto, está señalado por una placa.
El autor, señalando el punto exacto en el que estalló la bomba dejada por el coronel Von Stauffenberg en la Guarida del Lobo el 20 de julio de 1944.
Del resto de construcciones, unas ochenta, una parte aún se mantiene en pie, a pesar de los intentos de demolición emprendidos por los alemanes en su retirada, y por los soviéticos tras la guerra; el extraordinario grosor de las paredes de los búnkeres lo impidió. Es posible pernoctar en un pequeño hotel emplazado en el edificio de la guardia de las SS. Aunque el complejo recibe visitantes, el Estado polaco, como propietario de las instalaciones, proyecta convertirlo en un importante punto de atracción turística para la región, rehabilitando los edificios, y dotándolo de restaurantes y un nuevo hotel.
Más al este, en Ucrania, se hallaba el otro cuartel general de Hitler en el este, el de Vinnitza, acabado de construir en junio de 1942 para coordinar desde allí la ofensiva de verano de aquel año. Sería conocido con el nombre de Wehrwolf (‘Hombre Lobo’). Hitler regresaría cortos períodos de tiempo hasta agosto de 1943. De este complejo conformado por casas de madera y cuatro búnkeres apenas quedan algunos bloques de hormigón, así como una piscina, ya que fue destruido por los alemanes en retirada. Las autoridades ucranianas también tienen proyectado convertirlo en un centro de atracción turística.