En la España musulmana, como en el mundo árabe actual, se identificaba a los niños por el nombre de su madre o de su padre, además de por aquel que recibían al nacer. En esta novela, Zuhayr bin Umar significa Zuhayr, hijo de Umar, mientras que Asma bint Dorotea es Asma, hija de Dorotea. Bastaba el nombre paterno para reconocer públicamente a un hombre; así, Ibn Farid e Ibn Khaldun significan, respectivamente, hijo de Farid o de Khaldun. Los musulmanes de esta novela usan sus propios apelativos para ciudades que ahora tienen nombres españoles, incluyendo los de varias poblaciones fundadas por ellos mismos. Estos nombres, junto con algunas palabras árabes comunes, se explican en el glosario al final del libro.