Agradecimientos

Este autor confió en la cuidadosa erudición de un ejército de historiadores para confeccionar este relato, además del evocador trabajo de conservación arqueológica que hace de Israel y Jordania unos lugares tan gratificantes para visitar. Doy las gracias en especial a los guías Paule Rakower y el profesor Dan Bahat en Israel, y Mohammed Helalat en Jordania. Diane Johnson, de la Western Washington University, me proporcionó el epigrama latino de los templarios, y Nancy Pearl me llamó la atención sobre la anécdota de Napoleón arrancando las páginas de las novelas y pasándoselas a sus oficiales. En Harper Collins, gracias especialmente a mi editor, Rakesh Satyal; a la correctora de estilo, Martha Cameron; al corrector de pruebas, David Koral; al ayudante editorial, Rob Crawford; a la publicista Heather Drucker por la ardua tarea de divulgación; y a los otros muchos que hacen posible la publicación de un libro. Mis alabanzas, por supuesto, para Andrew Stuart, el agente que me permite seguir trabajando. Y, como siempre, gracias a mi primera lectora, Holly.

Fin