DAVID M. WEBER. Nació en Cleveland, en el estado norteamericano de Ohio, y vive actualmente en Greensville, Carolina del Sur. Realizó la carrera de Historia con estudios adicionales en ciencias políticas, literatura inglesa, religión comparada y sociología. Además se ha adentrado en el estudio de la historia militar como una de sus áreas de mayor interés. Se introdujo muy pronto en el mundo de la ciencia ficción, atraído por el amplio alcance de sus planteamientos y que siempre ha entendido como el equivalente de los cuentos de hadas de la civilización tecnológica. La primera novela de cf que leyó fue La Legión del Espacio de Jack Williamson, y tras ella sus principales influencias fueron E. E. Doc Smith, Beam Piper, Keith Laumer y Robert Heinlein. Entre los autores a los que más ha leído recientemente se encuentran Misty Lackey, Anne McCaffrey, Melinda Snodgrass, Tom Clancy, Poul Anderson y David Drake.

David Weber es uno de los autores de ciencia ficción más prolíficos de la última década; es autor de treinta novelas, entre las que destaca la serie de culto «Honor Harrington», que se presenta con En la estación basilisco, que le ha situado entre las estrellas más rutilantes del firmamento de la cf. Ha recibido elogios de la crítica comparables a los de grandes maestros de la ciencia ficción como Asimov o el mismo Heinlein.

Sus obras destacan por la gran importancia y el detalle con que desarrolla la psicología y la caracterización de Sus personajes y, en el caso de su producción de ciencia ficción, también la tecnología espacial y militar, con reminiscencias al mismo tiempo de Julio Verne y el citado Robert Heinlein. Weber adopta un estilo minimalista, donde, más que detallar cada escena de muerte, sacude al lector con incidentes ocasionales que le recuerdan lo poco predecibles que son en la realidad.

Las diez novelas de la saga de «Honor Harrington» le han valido la mayor parte de su prestigio y la devoción de millones de lectores. Ashes of Victory (2000) llegó a alcanzar la lista de bestsellers del New York Times, después de que Weber superara en 1999 una rocambolesca serie de desgracias propias de una trama surrealista, incluyendo dos neumonías, un accidente de tráfico y un falso diagnóstico de cáncer.

La serie de Honor, la protagonista que le da nombre a la misma, es un gran space opera que destaca por la clara influencia que tienen en ella tanto la figura histórica del almirante Nelson como la del personaje basado en él de Cecil Scott Forester, Horatio Hornblower. A lo largo de cada uno de los títulos Weber dedica una especial atención a alejarse de la ciencia ficción que trata la guerra de forma estética e higiénica, donde sólo mueren personajes que no llegan a desarrollar ningún vínculo emocional con los lectores y en la que sólo aparece la parte sórdida y supuestamente excitante de la misma, sin el miedo y la cruda tragedia que supone para quienes participan directamente en ella.

El irresistible apremio de sus lectores por leer más acerca de Honor Harrington ha hecho que su universo empiece a expandirse y buena parte de las adiciones más recientes a la serie sean antologías compartidas con otros autores. De hecho la producción de Weber destaca también por sus colaboraciones con varios de los principales autores de su editorial, Baen Books, como Eric Flint (Mother of Demons, premio Science Fiction Chronicle), David Drake (autor bestseller y veterano de Vietnam), John Ringo y Steve White, con quienes ha escrito respectivamente las series de March Up country y Starfire. A falta del reconocimiento definitivo de los grandes premios del género y con un inmenso éxito a sus espaldas pese a su corta carrera, su obra es comparada ya con la de grandes nombres del space opera moderno como C. J. Cherryh y Louis McMaster Bujold.