Los turistas que se alojan en el hotel flotante Stacia Leigh, en la ciudad texana de Galveston, poco pueden sospechar que se están hospedando en un barco que perteneció al dictador italiano Benito Mussolini. Con sus dos enormes cubiertas de observación de trescientos metros cuadrados cada una, la embarcación sorprende por su lujo y ostentación, manteniendo intacto el espíritu de tiempos pasados.
La goleta Stacia Leigh, que perteneció a Mussolini desde enero de 1944. Hoy está fondeada en el puerto texano de Galveston, en donde es utilizado como lujoso hotel flotante.
La goleta monocasco Stacia Leigh perteneció al dirigente fascista desde enero de 1944 hasta su muerte aunque es de suponer que el Duce no pudo tener mucho tiempo, ni ánimo suficiente, para disfrutar de la embarcación, al encontarse en esos momentos al frente del gobierno títere que los alemanes instauraron en el norte de Italia.
El barco había sido construido en 1906 para Louis Renault, el empresario francés fundador de la marca de automóviles del mismo nombre. En 1936 fue vendida al conde Galeazzo Ciano, ministro de Asuntos Exteriores italiano y yerno de Mussolini.
Cuando el 11 de enero de 1944 el conde Ciano fue fusilado en Verona, acusado de traicionar a su suegro, la goleta pasa a ser propiedad personal del dictador.
Tras la muerte de Mussolini, la embarcación fue trasladada a los Estados Unidos. El Stacia Leigh fue pasando a manos de diversos propietarios, llegando a aparecer como decorado de varias películas de época. En 1998 la embarcación de Mussolini fue vendida nuevamente y, tras una importante restauración, fue convertida en el hotel flotante que es en la actualidad.