Durante un bombardeo de la Luftwaffe sobre Londres, una bomba cayó en el parque zoológico de la capital británica. Concretamente, el artefacto impactó en el lugar conocido como Monkey Hill, el recinto en el que residían los monos.
La explosión causó la muerte de algunos de ellos, pero el servicio de noticias de la BBC aprovechó este luctuoso suceso para animar a los londinenses a continuar resistiendo.
El locutor, demostrando un sentido del humor inequívocamente británico, aseguró con voz solemne que "tras el ataque alemán al Zoo, la moral de los monos sigue muy alta".
Los animales también tuvieron su parte de protagonismo durante la Segunda Guerra Mundial. En la imagen, un relajado oficial de la Wehrmacht bromea a costa de su pastor alemán.