Esta última sección, como su nombre indica, presenta el contenido de una de las libretas de Rong Jinzhen, o al menos algunos fragmentos. Las siguientes páginas son como un índice alfabético, completamente independiente de las cinco secciones anteriores. No revelan información nueva ni mantienen ninguna conexión secreta con lo escrito anteriormente. Leer esta sección es decisión vuestra. Si la leéis, quizá podáis ampliar la historia con algunos detalles, pero no es imprescindible que lo hagáis. Las líneas que siguen no modifican en nada la imagen que nos hemos formado de Rong Jinzhen. En otras palabras, esta sección es como nuestro apéndice cecal, cuya presencia en nuestro abdomen es completamente indiferente. Por esta razón, considero que estas últimas páginas son un «apéndice» en todo el sentido de la palabra. Su esencia es la de un epílogo o coda, y nada más, pero tampoco nada menos.
Muy bien, entonces. De acuerdo con la información de que dispongo, puedo afirmar que, durante su estancia en la Unidad 701 (entre 1956 y 1970), Rong Jinzhen llenó de anotaciones veinticinco libretas, que se encuentran bajo custodia de Di Li, su mujer. Pero sólo en una ocasión hizo valer ella su condición de esposa de Rong Jinzhen para hacerse con la propiedad de una de las libretas. Las otras veinticuatro están bajo su custodia, pero sólo porque ella es oficial de seguridad y las libretas están guardadas en un archivador metálico de aspecto impresionante, con una cerradura cuya apertura requiere el uso simultáneo de dos llaves. Di Li lleva siempre encima una de las llaves, mientras que la otra está en poder del jefe de sección. Así pues, aunque en esencia las libretas están a su cuidado, ella no tiene autorización para leerlas, ni menos aún para tratarlas como si fueran suyas.
¿Cuándo podremos verlas?
Según Di Li, es difícil saberlo con certeza. Quizá desclasifiquen algunas dentro de un par de años, pero hay otras que pueden permanecer bajo custodia durante décadas. El motivo es que cada libreta está clasificada con un nivel diferente de secreto por los responsables de la seguridad nacional. Para nosotros, por lo tanto, es como si esas veinticuatro libretas no existieran, del mismo modo que el hombre ingresado en la residencia de Lingshan tampoco existe realmente. Está ahí, desde luego, y podemos ir a visitarlo, pero el auténtico Rong Jinzhen hace tiempo que se ha marchado. Ya no está con nosotros. En consecuencia, yo estaba ansioso por ver la libreta en poder de su mujer. Por lo que había averiguado, nadie había visto nunca esa libreta en concreto, pero todos sabían que la tenía ella. Lo sabían, porque Di Li tuvo que firmar un recibo cuando fue a buscarla, y ese tipo de cosas quedan inscritas en un registro. Así pues, por mucho que ella intentara eludir mis preguntas, yo estaba seguro de que la libreta estaba en su poder. Al final tuvo que admitirlo. Sin embargo, cada vez que le mencionaba mi deseo de echarle un vistazo, ella me respondía secamente:
—¡Fuera de aquí!
Así es. Me echaba de su casa cada vez que se lo pedía. No había nunca un titubeo ni una explicación, ni el más mínimo margen para discutirlo.
Hace unos meses, cuando terminé el manuscrito de los cinco primeros capítulos de este libro, tuve que visitar la Unidad 701 por última vez, para que las autoridades inspeccionaran la obra y se aseguraran de que no iba a revelar inadvertidamente nada que pudiera considerarse información comprometida. Como era natural, Di Li formó parte del equipo de censores. Tras leer el original, me expresó su opinión acerca de la historia que había escrito. Después, de repente, me preguntó si aún quería ver la libreta.
—¡Claro que sí! —le respondí enseguida.
Me dijo que volviera al día siguiente. Sin embargo, antes incluso de que anocheciera, se presentó por propia iniciativa en la residencia donde me alojaba y me entregó la libreta o, mejor dicho, una copia de la original.
Llegados a este punto, tengo que hacer tres aclaraciones.
1. LA COPIA QUE ME PROPORCIONÓ DI LI ERA INCOMPLETA
¿Por qué lo digo? Hasta donde yo sé, todos los trabajadores de la Unidad 701 utilizan las libretas que les suministra la propia unidad. Las hay de tres tamaños: la grande mide 142 × 210 mm; la mediana, 130 × 184 mm, y la pequeña, 90 × 100 mm. Las tapas son de plástico o de piel dura. Para las cubiertas de plástico, hay dos colores disponibles: rojo y azul. Como a Rong Jinzhen le gustaba el azul, todas sus libretas eran iguales: azules y de tamaño mediano. He visto un ejemplar auténtico de ese tipo de libreta (vacío, por supuesto) y por eso sé qué aspecto tiene. Todas presentan la leyenda «Máximo secreto» impresa dos veces en la tapa con tinta roja, arriba y abajo. En medio, aparecen las siguientes palabras:
Número de serie:________
Número de código:_______
Fecha:_________________
El número de serie indica el lugar que ocupa la libreta entre las utilizadas por una persona en concreto; la fecha informa del período durante el cual la libreta se ha empleado, y el número de código remite a la identidad del agente. Por ejemplo, el número de código de Rong Jinzhen era el 5603K. Nadie fuera de la Unidad 701 habría sabido a quién correspondía ese número; pero dentro de la unidad lo sabían todos. El número estaba compuesto por el año en que había empezado a trabajar en la Unidad 701 (1956), el orden en que lo reclutaron (había sido el tercero de ese año) y la sección donde trabajaba (la K correspondía a la sección de criptografía). Por último, cada página llevaba un sello con las palabras «máximo secreto», en la esquina superior derecha, así como el número de página en la esquina inferior derecha, todo ello impreso en tinta de color rojo oscuro.
Analizando la copia que me había dado Di Li, noté inmediatamente que alguien la había manipulado, porque el sello de «máximo secreto» y los números de las páginas habían sido eliminados. Me dije que no era raro que hubieran retirado el sello de «máximo secreto», puesto que el material había perdido esa consideración. Pero ¿qué sentido tenía que alguien se hubiera molestado en borrar el número de las páginas? Al principio, no encontré respuesta. Cuando conté el número de páginas, vi que eran setenta y dos, y entonces empecé a comprender. En el transcurso de mi investigación, había averiguado que ese tipo de libreta contenía noventa y nueve páginas, de lo que se desprendía que las fotocopias entregadas por Di Li no estaban completas. Ella me ofreció dos explicaciones: la primera, que Rong Jinzhen no había usado toda la libreta y que, por lo tanto, muchas de las páginas estaban en blanco y no había sido necesario fotocopiarlas; la segunda, que algunas páginas contenían intimidades de su marido y suyas, que no deseaba que viera. Por eso las había omitido. Desde mi perspectiva, las páginas que faltaban eran precisamente las que más habría querido ver.
2. POR LAS FECHAS Y EL CONTENIDO, LAS PRIMERAS PÁGINAS DE LA LIBRETA CORRESPONDÍAN A UNA ÉPOCA EN QUE RONG JINZHEN HABÍA ESTADO ENFERMO
Un día de mediados de junio de 1966, cuando acababa de salir del comedor después de desayunar, Rong Jinzhen perdió abruptamente el conocimiento y se desplomó en el suelo, en medio del pasillo. Se golpeó una sien contra la esquina de un banco de madera y empezó a sangrar copiosamente. Lo llevaron al hospital, donde descubrieron que la sangre que le empapaba la cara no era nada en comparación con la hemorragia que le llenaba el estómago. De hecho, el problema estomacal le había causado el desvanecimiento. El resultado del diagnóstico, combinado con la presunción del médico de que se trataba de un trastorno bastante grave, determinó su ingreso en el hospital, para recibir tratamiento.
El hospital era el mismo donde había estado ingresado el lunático del ajedrez algunos años antes: un establecimiento adjunto a la Unidad 701. Situado cerca del centro de instrucción, en el Complejo Sur, la calidad de su equipamiento y el buen nivel de sus profesionales no tenían nada que envidiar a cualquier hospital de una gran ciudad. En cuanto a la enfermedad de Rong Jinzhen, era un trastorno bastante común y su tratamiento no planteaba mayores problemas, a diferencia de las dificultades que había supuesto atender al lunático. El mayor inconveniente era la ubicación del hospital, que, si bien pertenecía a la Unidad 701, se encontraba en el Complejo Sur, donde el nivel de seguridad no podía compararse con el del Complejo Norte. Utilizando una analogía poco apropiada, podríamos decir que la relación entre los dos complejos, el Norte y el Sur, era la que puede haber entre un señor y su sirviente. El sirviente siempre está ocupado, tratando de satisfacer los deseos de su amo, pero ¿qué hace el señor en cada momento? ¡El sirviente no lo sabe, porque no tiene acceso a esa información! Y, aunque lo supiera, tendría prohibido hablar abiertamente al respecto. En términos estrictos, la verdadera identidad de Rong Jinzhen no se podía revelar, ni siquiera cuando estaba en el hospital. Naturalmente, era más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo porque se trataba de una persona bastante conocida. Casi todos en la unidad habían oído hablar de él, a través de canales formales e informales, y todo el mundo sabía que era un hombre muy importante. Por supuesto, una vez que la identidad de alguien se ha hecho pública, no hay marcha atrás. Podríamos pensar que todos los miembros de la Unidad 701 formaban parte de una misma familia y, por lo tanto, tampoco era muy importante que se conociera la identidad de Rong Jinzhen. Sin embargo, era vital que no se supiera nada de su trabajo ni de otros asuntos profesionales.
Como todos sabemos, Rong Jinzhen siempre llevaba una libreta encima. Pero cuando enfermó y la sangre le cubrió la cara, ya no pudo controlarse a sí mismo, ni menos aún a las otras personas; por lo tanto, la libreta se fue con él al hospital. Por supuesto, eso nunca debió pasar, porque estaba totalmente prohibido. Pero, aunque su guardia personal de seguridad sabía que estaba ingresado en el hospital (en otras palabras, que se encontraba fuera del Complejo Norte), no acudió de inmediato a recoger la libreta. En consecuencia, Rong Jinzhen sólo pudo entregarla por la noche del día de su ingreso. Cuando las autoridades de la oficina de seguridad se enteraron de lo sucedido, reconvinieron a la guardia de seguridad, la separaron del cargo y comenzaron a hacer los trámites para designar a un nuevo oficial que se ocupara directamente de los asuntos de Rong Jinzhen. La nueva persona nombrada para el puesto fue nada menos que su futura esposa. Por lo visto, todo eso debió de ocurrir tres o cuatro días después de que Rong Jinzhen entregara esa libreta en concreto, el cuarto o quinto día de su estancia en el hospital.
Esa libreta no era la que me fotocopiaron.
De hecho, cuando Rong Jinzhen la entregó, pidió de inmediato una nueva, porque tenía la costumbre de llevar encima una libreta. Era parte de su vida. Podría decirse que esa costumbre suya había empezado el día en que el joven Lillie le regaló la pluma Waterman. Y, aunque estaba enfermo, un hábito es un hábito; no es fácil alterarlo. Naturalmente, a causa del lugar donde se encontraba y de su bajo nivel de seguridad, no podía escribir nada relacionado con el trabajo. Por esa razón, esa libreta en particular fue desclasificada y entregada a Di Li, para que la guardara personalmente. Por lo que he podido ver, la libreta contiene pensamientos diversos e impresiones de la estancia de Rong Jinzhen en el hospital.
3. LAS PERSONAS ALUDIDAS EN LA LIBRETA NO SE MENCIONAN CON CLARIDAD
Las personas sobre las que escribe Rong Jinzhen aparecen simplemente como «tú», «él» o «ella». No hay ninguna designación clara; los pronombres no indican a ninguna persona en concreto. Hay un juego de «significados», en el sentido que los lingüistas dan a la palabra. Con esto quiero decir que a veces los pronombres parecen referirse al propio Rong Jinzhen; en otras ocasiones, a Liseiwicz, al joven Lillie, a su madre o a la maestra Rong. En algunos casos, se diría que los pronombres utilizados apuntan a su esposa, al lunático jugador de ajedrez o al Dios cristiano. En otras ocasiones podríamos pensar incluso que aluden a un árbol o a un perro. Todo es sumamente confuso. Quizá ni siquiera él mismo sabía de quién o de qué estaba hablando, por lo que todo el contenido de la libreta resulta bastante caótico. Entenderlo es como aprender a tocar de oído; hay que dejarse llevar por la intuición. ¿Por qué razón pienso que vosotros, mis lectores, podéis elegir entre leer esta sección o pasarla por alto? Precisamente porque no es posible saber con certeza si entendemos de verdad lo que está escrito en la libreta. No podemos estar seguros. No hay ningún medio de captar con claridad su sentido exacto. Sólo podemos confiar en nuestras sensaciones y tocar de oído, es decir, aceptar las cosas tal como son. Así pues, leer lo que sigue es decisión vuestra. No importa que decidáis una cosa o la otra. Si finalmente queréis continuar, veréis que he intentado ayudaros numerando las entradas, para organizar el material, al menos en parte. Además, he traducido lo que estaba escrito en inglés.
01
Me sigue exigiendo que viva como una seta, que crezca y prolifere con el sol y la tierra, con las nubes y la lluvia, y que finalmente me deje aniquilar por ellas. Pero creo que no puedo. Y ahora, por ejemplo, se ha convertido en un animal doméstico, una mascota.
¡Una mierda de mascota![11]
02
Se siente así: le dan pánico los hospitales.
Tras ingresar en un hospital, los hombres más fuertes se transforman en seres patéticos. Pequeños y enclenques. Como niños… o viejos. Otras personas acuden inevitablemente a expresarles su interés…, el mismo interés que sentirían por una mascota.
03
Todo lo que existe es razonable, pero no necesariamente sensato. Se lo oí decir a él. ¡Bien dicho!
04
En la ventana, ves el reflejo de tu cabeza envuelta en un vendaje; es como un soldado herido, acabado de llegar del frente de batalla.
05
Supongamos que la hemorragia de mi estómago es A, la sangre de mi frente es B y la enfermedad grave es X; entonces resulta bastante evidente que el espacio entre A y B posee una relación multidireccional con X; A está dentro y B está fuera, o quizá A es oscuro y B es claro. Para proseguir, podríamos entender que A está arriba, es positivo o es esto; mientras que B, en contraposición, está abajo, es negativo o es aquello; en pocas palabras, es una relación homóloga multidireccional. Este tipo de relación multidireccional no necesita ser construida sobre una base sólida, sino que es enteramente aleatoria. Pero, una vez que aparece, esa aleatoriedad se convierte en una necesidad; entonces, si no hay A, no puede haber B; B es la contrapartida necesaria de A. La característica concreta de esta relación multidireccional guarda relación con la teoría de la naturaleza binaria de las constantes matemáticas propuesta por Georg Weinacht.[12] ¿Habrá experimentado Weinacht algo similar a lo que te pasa a ti, algo que le ha servido de inspiración para desarrollar su teoría?
06
Hay una razón para la herida que tengo en la sien.
Pablo dijo:
—La estación invita a labrar la tierra, entonces ¿por qué estás ahí sentado, llorando?
El campesino le contestó:
—Un asno acaba de saltarme dos dientes de una coz.
Pablo dijo:
—Entonces deberías estar riendo. ¿Por qué lloras?
—Lloro de dolor y humillación. ¿Por qué debería reír? —replicó el campesino.
—Porque el Señor ha dicho que es buen augurio para un hombre joven perder los dientes y partirse la frente. Significa que pronto serás feliz —dijo Pablo.
Entonces el campesino repuso:
—Si es así, pídele a Dios que, por favor, me conceda un hijo.
Y, en efecto, ese año el campesino tuvo un hijo.[13]
Ahora tú tienes una brecha en la frente. ¿Recibirás tú también la felicidad?
Seguramente sucederá algo, aunque no es fácil para ti saber si será bueno o malo. Y es así porque no sabes lo que es bueno para ti.
07
He visto todo lo que se hace bajo el sol y he aquí que todo es vanidad, vacío y aflicción de espíritu. Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede bastar. En mi corazón, me dije: he aquí que me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén, y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y mucha ciencia. Dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; pero sé que también esto es vanidad y aflicción de espíritu. Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia, y quien añade ciencia, añade dolor.[14]
08
Él es muy rico, cada vez más rico.
Él es pobre, cada vez más pobre.
Él es él.
Él también es él.
09
El médico ha dicho que un buen estómago es liso por fuera y rugoso por dentro; si le diéramos la vuelta, con el lado rugoso hacia fuera, entonces un buen estómago se parecería mucho a un pollo recién salido del cascarón, cubierto de una pelambre desgreñada. Los pelos estarían distribuidos de manera uniforme. Pero mi estómago es a la inversa: se parece a un cuero cabelludo afectado de tiña fávica, lleno de sangre y de pus. El médico me ha dicho también que la mayoría de la gente cree que el estómago enferma por consumir alimentos poco saludables, cuando en realidad la principal causa de la enfermedad es la preocupación obsesiva. El estómago no enferma por beber y comer alimentos dañinos, sino porque la mente alberga anhelos utópicos y caprichos de la imaginación.
¿Cuándo he consumido yo alimentos o bebidas perjudiciales?
Mi estómago parece un objeto extraño en mi cuerpo, un enemigo (un espía); nunca me ha sonreído.
10
Deberías aborrecer a tu estómago.
Pero no puedes.
Todavía conserva la huella de tu padre.
Fue el viejo quien forjó tu estómago y le confirió su predisposición enfermiza y su fragilidad extrema, como de flor de peral. ¿Sabe tu estómago cuántas flores de peral ha consumido?
Cuando te duele el estómago, piensas en las flores de peral. Piensas en el viejo.
No estás muerto, papá. Además de vivir en mi corazón, también vives en mi estómago.
11
Siempre te concentras con gran energía en ir hacia adelante; no te gusta mirar atrás. Como no te gusta mirar atrás, te obligas a gastar todavía más energía en caminar hacia adelante.
12
Todo lo que hay bajo el sol ha sido planeado por Dios.
Si te dejaran hacer tus propios planes, serías un ermitaño apartado del mundo, o tal vez un preso. Un preso inocente sería lo mejor, o un preso imposible de salvar; en cualquier caso, un hombre libre de culpa.
En este momento, el plan de Dios coincide con tus deseos.
13
Una sombra se ha apoderado de ti.
Porque te detuviste.
14
¡Otra sombra más te ha atrapado!
15
Klaus Johannes dijo que dormir era lo más agotador, porque te obligaba a soñar.
Yo digo que lo más agotador es no trabajar, porque te vacía la mente. Es más o menos como soñar; el pasado puede aprovechar tu debilidad para irrumpir por la fuerza.
El trabajo es la manera de olvidar el pasado, e incluso su razón de ser.
16
Como un ave que abandona el nido. Como salir huyendo.
17
—¡Eh, tú, canalla desagradecido! ¿Hacia dónde huyes?
—Estoy al oeste… En un valle, a un kilómetro de vosotros.
—¿Por qué nunca vienes a vernos?
—No puedo…
—¡Sólo un criminal tiene vedado volver a su casa!
—Soy casi un criminal…
Es un criminal contra sí mismo.
18
¡Le has dado demasiado! Como es demasiado, sencillamente no se atreve a recordar. Pensar lo incomoda; se siente arrepentido, humillado. Podría pensar que todo lo que tiene es fruto de la suerte, y eso sería deprimente, como si esta vida patética que le ha tocado fuera el resultado de aprovecharse de tu benevolencia.
Los antiguos decían: ni más ni menos; ni satisfacción ni sufrimiento.
Dios dijo: todo lo que hay bajo el sol es insatisfactorio.
19
Para algunas personas, ser amadas es una bendición; para otras, una maldición.
A causa de esa bendición, él quería volver.
A causa de esa maldición, quería marcharse.
No se marchó por haber descubierto esto; lo descubrió por haberse marchado.
20
Una persona ignorante no teme.
El miedo es como una cuerda que lleva anudada y tira de él hacia atrás; parece como si se la hubieran atado para indicar a la gente que no es digno de confianza.
21
Mamá, ¿cómo estás?
¡Madre, madre, mi querida madre!
22
Anoche, antes de quedarte dormido, te animaste deliberadamente a soñar. Pero no queda ni rastro de lo que soñaste. Lo más probable es que soñaras con el trabajo, porque te lo habías propuesto. Querías librarte de «la preocupación de no trabajar».
23
Apuntándome con el dedo índice, Klaus Johannes me dijo que él es el mejor en este oficio y que yo soy el segundo.[15] Pero también me criticó, diciendo que había cometido dos errores irreparables: el primero, convertirme en parte del sistema; el segundo, ocuparme de códigos de nivel medio o bajo, que cualquier otro habría podido descifrar fácilmente. Dijo que el segundo error derivaba del primero,[16] y añadió que los dos errores obraban el efecto de alejarme cada vez más de él, en lugar de acercarme. Le argumenté que ahora nuestros enemigos no estaban utilizando ningún código nuevo de alto nivel, y que, si no hacía este trabajo, ¿qué otra cosa podría haber hecho? Klaus Johannes me dijo entonces que había escrito un libro, una obra que representaba la cumbre de la criptografía de alto nivel. Como la comprensión de los secretos del nivel más alto o más bajo era sumamente difícil, cualquiera que consiguiera entender el contenido del libro sería capaz, al cabo de menos de treinta años, de descifrar todos los códigos del mundo, incluidos los más complejos. Me sugirió que tratara de descifrar su libro y, levantando el pulgar, me dijo que, si conseguía descifrarlo, ese pulgar me representaría a mí.
Al contrario de lo que podría esperarse, fue una buena noticia.
Pero ¿dónde está ese libro?
En mi sueño.
No; en un sueño dentro de mi sueño, en la mente de mi Klaus Johannes imaginario.
24
Si en este mundo realmente existiera ese libro, sólo habría podido salir de la pluma de Klaus Johannes.
¡De nadie más!
A decir verdad, su mente era exactamente como ese libro.
25
Durante su vida, Klaus Johannes de verdad escribió un libro. Se llamaba La escritura de los dioses.[17] Alguien me dijo una vez que lo había visto en una librería. Pero es muy poco probable, porque yo ya he movilizado todas las fuerzas de que dispongo para buscarlo y aún no lo hemos conseguido.
No hay nada en este mundo que mi gente no pueda localizar, salvo que no exista.
26
Eres una rata.
Estás esperando en un establo.
Pero no puedes comerte el mijo.
Cada grano de mijo está recubierto de una película protectora para que tú no puedas hincarle el diente.
—Así es la criptografía.
27
Por un lado, los códigos hacen que la información que necesitas se esfume ante tus ojos; tiendes la mano, pero no consigues tocarla. Por otro, te ciegan, para que no veas nada.
28
Cuando llegó a la península de Corea, Douglas MacArthur levantó una mano y cogió un puñado de cielo; entonces se lo enseñó a sus criptógrafos, y les dijo:
—Esta es la información que quiero. Deseo saberlo todo, quiero ver todo lo que hay a mi alrededor y descubrir lo que no veo porque estoy ciego. Vuestra misión es devolverme la vista.
Varios años más tarde, escribió en sus memorias: «Mis criptógrafos nunca me permitieron abrir los ojos. Ni una sola vez. Tuve suerte de regresar vivo».
29
Podrías imitar a MacArthur y tender la mano para coger un puñado de cielo. Pero tú no quieres atrapar un trozo de cielo, sino de un pájaro. Siempre hay pájaros en el cielo, pero la probabilidad de atrapar uno con sólo tender la mano es terriblemente remota. Sin embargo, «remota» no significa imposible, ya que puede suceder que alguien tienda una mano y, milagrosamente, coja un pájaro que en ese momento pase volando.
—Eso es descifrar un código.
Sin embargo, la mayoría de la gente sólo consigue atrapar unas pocas plumas, aunque le dedique a eso toda su vida.
30
¿Qué tipo de persona puede atrapar realmente un pájaro?
Quizá John Nash.[18]
Pero Liseiwicz no puede, aunque su genio no sea necesariamente inferior al de John Nash.
31
Nash habría podido atrapar un pájaro al vuelo, pero yo nunca habría logrado adivinar con seguridad el momento en que iba a hacerlo. Sin embargo, si Liseiwicz hubiese observado atentamente la línea visual de Nash y el momento preciso en que empezara a mover la mano, si hubiese prestado atención a su actitud, a la sutileza de sus movimientos, a su precisión, a la potencia de sus reflejos, etcétera, si se hubiese fijado en el instante en que levantaba la cabeza hacia el cielo para ver el número de pájaros, su velocidad de vuelo, su rumbo, las características especiales y los cambios en su aleteo, etcétera, entonces quizá habría podido determinar el momento exacto en que Nash iba a tender la mano para atrapar el ave.
Con idéntico nivel de capacidad, el genio de Liseiwicz era más riguroso, cauto y también más bello, como el de un ángel, como el de un dios. El genio de Nash, sin embargo, era extraño, y su extrañeza lo hacía parecer salvaje e incivilizado, como poseído por un espíritu maligno. Los códigos son obra del demonio; son un testimonio de la astucia y la maldad de la gente, de nuestra naturaleza traicionera, de nuestras intenciones aviesas, de nuestra vertiente demoníaca. No hay más pasos que añadir, y por eso Nash, un hombre indistinguible del demonio, se les podía acercar tanto.
32
La muerte y el sueño tienen el mismo nombre de pila, pero diferente apellido.
Dormir nos prepara para la muerte; los sueños son una especie de infierno.
Dicen que el espíritu pasa a través del cadáver para volverse pequeño y que la mente pasa a través del cuerpo para volverse diminuta; esa es la característica fundamental de los demonios y los duendes maléficos.
También dicen que, como has tenido tratos con el mundo de los sueños desde la infancia, te has contaminado con el mal y la crueldad que habita en ellos, y por eso has sido capaz de atrapar un pájaro al vuelo.
33
Todos los secretos de este mundo están contenidos en los sueños.
34
Sólo necesitas demostrar quién eres.
Cuando lo hagas, tu adversario te ayudará.
Cuando no puedas, tu adversario demostrará quién es él.
35
Esperas que otra persona de talento dé un paso al frente y te permita callar. Sin embargo, para que eso ocurra, tienes que seguir hablando.[19]
36
Han cambiado otra vez a mi guardia personal de seguridad. La razón de que hayan despedido a la última es que no vino a recoger mi libreta.
No es la primera a la que despiden, ni será la última.
37
La nueva persona que me asignen como guardia personal de seguridad será, con toda probabilidad, una mujer…[20]
38
¿Quién es ella?
¿La conoces?
¿Esperas que sea una persona conocida o prefieres no conocerla?
¿Se ha ofrecido voluntaria o tuvieron que convencerla para que aceptara este trabajo?
¿Vendrá a verme mañana al hospital?
¡Dios! ¡Esto puede causarle un dolor de cabeza a cualquiera!
39
El demonio sigue engendrando y criando niños, porque se los quiere comer a todos.
40
El médico me dijo que todavía me sangra un poco el estómago. Le parece raro no haber conseguido todavía los resultados deseados, después de administrarme una medicina tan excelente. Le dije la razón: desde que era adolescente, tomo medicinas para el estómago como si fueran vasos de agua. Sencillamente, he consumido demasiadas medicinas y me he vuelto inmune a su efecto. Me ha dicho que me dará un fármaco diferente. Le respondí que no se moleste, porque no hay ninguna medicina que yo no haya probado. El quid del asunto está en la dosis, que es preciso aumentar. Me ha dicho que hacer eso es demasiado arriesgado y que no se atreve. Me parece que tendré que prepararme para quedarme aquí un poco más de lo previsto.
41
¡Maldita mascota!
42
Ha venido.
Siempre se presentan llenas de coraje, listas para sufrir a tu lado.
43
Cuando está aquí, parece que la habitación estuviera atestada de gente.
Cuando se va, viéndola de espaldas, casi no se diría que es una mujer.
Necesitó siete hogazas para aliviar el hambre.[21]
44
No sabe ocultar las cosas. Si fuera un código, sería terrible. No has podido evitar la sensación de que ella debe ser más o menos como tú delante de la gente; tiene que necesitar mayor compostura. Si es así, ¿por qué se presta a esto? Tienes que darte cuenta de que es sólo el principio. Esto ha determinado que todos los días pases el tiempo sintiéndote desconcertado e indefenso; en cualquier caso, yo sabía que él no iba a simpatizar con alguien que ha seguido el camino erróneo.
45
Tratar de ayudarme con el curso de mis pensamientos es una especie de enfermedad; sólo el reposo en cama conseguirá que me recupere del todo.
46
Pensar demasiado también es una enfermedad.
47
Cielo azul, nubes blancas, árboles frondosos, brisa, algo que se mece, una ventana, un pájaro que pasa como un sueño…, un nuevo día, viento parecido al tiempo, agua parecida a la vida…, recuerdos, suspiros, confusión, algunos sucesos inolvidables, algunos incidentes, cosas graciosas… Ves dos puntos: el primero es el espacio; el segundo, el tiempo; o quizá podrías decir que el primero es el día, y el segundo, la noche…
48
El médico ha dicho que soñar es perjudicial para la salud; es una enfermedad.
49
Ella me trajo un cartón de cigarrillos Daqianmen, tinta azul de la marca Guoguang, té amarillo Junshan, un metrónomo, crema balsámica, una radio, un abanico de plumas y un ejemplar del Romance de los tres reinos. Parece que me ha estado estudiando…, pero se equivoca. Yo jamás escucharía la radio. Mi radio es mi alma, que todos los días me susurra incesantemente, lo mismo que mi metrónomo. La vibración causada por los pasos puede hacer oscilar el alma para siempre.
Tu alma cuelga en el aire, como un péndulo.
50
La primera vez que se vio a sí mismo fumando fue en un sueño, y después empezó a fumar.
51
Fumar cigarrillos Daqianmen era un hábito cultivado por la señorita Jiang.[22] Era de Shanghái. Una vez, después de ir de visita a su casa, volvió con esos cigarrillos. Dijo que eran muy buenos y que pensaba pedirle a su familia que le enviara un cartón todos los meses. A él le gustaba oír cómo hablaba con el acento de Shanghái, que suena igual que los gorjeos de un pájaro: melodioso, definido, claro y complejo. Podías imaginar que su lengua era fina y te apuntaba. Parecía que ella podía gustarle a él, pero no hubo tiempo para averiguarlo. El problema era que hacía demasiado ruido al caminar, alborotaba mucho. Era como si llevara herraduras de caballo clavadas a las suelas de los zapatos. No podía soportarlo. En realidad, no era un problema de ruido, sino más bien la insinuación de que el alma de él podía salir volando en cualquier momento. Al flotar por el aire, es corriente agarrarse firmemente a las esquinas de la ropa, y después caer desde las alturas.
52
Si hubiera podido elegir entre el día y la noche, se habría decidido por la noche.
Si hubiera podido elegir entre una montaña y un río, se habría decidido por la montaña.
Si hubiera podido elegir entre un hombre y un fantasma, se habría decidido por el fantasma.
Si hubiera podido elegir entre un vivo y un muerto, se habría decidido por el muerto.
Si hubiera podido elegir entre quedarse ciego o quedarse sordo, se habría decidido por la sordera.
En resumen, él despreciaba el ruido y todo aquello que lo producía.
Eso también es una especie de enfermedad, como el daltonismo, y las personas pueden ser más o menos proclives a padecerla.
53
Un hechicero incapaz de alcanzar su objetivo…
54
¡Qué cosa tan terriblemente siniestra! Me dijo ella que era un quitón,[23] que según las leyendas populares es el resultado del apareamiento antinatural entre un sapo y una serpiente,[24] y son muy eficaces en el tratamiento de trastornos estomacales. Me lo creo. En primer lugar, porque se usan como remedio tradicional para tratar enfermedades incurables. En segundo lugar, porque mi enfermedad gástrica es como otro animal de aspecto siniestro, y quizá sólo pueda confiar en algo igual de aterrador y siniestro para mantenerla bajo control. Supuestamente, ella pasó todo un día recorriendo las montañas para recogerlos. Debió de resultarle muy difícil. Hasta que apunte el día y huyan las sombras, me iré al monte de la mirra y al collado del incienso.[25]
55
El bosque parece respirar a la luz de la luna; después encoge y forma una masa densa; se vuelve pequeño. Las copas de los árboles se yerguen rectas y, en un momento, todo se despliega, sigue la falda de la colina, se extiende con ella, se acorta y se convierte en espesura, hasta el punto de que todo se vuelve borroso, una imagen remota…[26]
56
De pronto sentí el estómago vacío, en paz, como si no lo tuviera. ¡Hacía años que no me sentía así! Llevaba mucho tiempo sintiendo el estómago como una fosa séptica, impregnada de un olor maligno y quemante, pero de pronto me pareció que se vaciaba a través de una fuga, que se ablandaba y se soltaba. Dicen que hay que dejar pasar veinticuatro horas antes de notar el efecto de la medicina china, pero han pasado solamente unas pocas horas.
¿Será una cura milagrosa?
57
Fue la primera vez que la vi reír.
Fue una risa increíblemente controlada, muy poco natural, callada y brevísima. No duró más de un instante, como cuando alguien se ríe en un cuadro.
Su risa me demostró que a ella no le gusta reír.
¿Será que le disgusta reír? ¿O que…?
58
Él aplicaba un viejo proverbio de pescadores al manejo de sus asuntos. El significado primario del proverbio era el siguiente: la carne de un pez inteligente es mucho más firme que la de un pez estúpido, y, sin embargo, ambos son destructivos, porque el estúpido come cualquier cosa, indiscriminadamente, mientras que el inteligente prefiere comerse al pez estúpido…
59
En lo que me ha parecido un esfuerzo para seguir tratando mi enfermedad, el médico principal me dio una lista de alimentos que puedo comer: gachas calientes, panecillos cocidos al vapor y tofu en salsa. Me aclaró que eso es lo único que puedo comer y que nadie debe alterar los ingredientes ni las cantidades. Sin embargo, según mi experiencia, a estas alturas debería estar comiendo fideos poco cocidos.
60
Nuestras vidas están llenas de ideas que nos hemos inventado; son mucho más reales que las ideas auténticas, que han soportado la prueba del tiempo.
Esto es así porque nuestras ideas erróneas nos parecen familiares y poderosas.
Cuando se trata de códigos, tú eres el médico; ellos son los pacientes.
61
Tú los llevas contigo por el mismo camino. Puede que el camino que recorres conduzca al cielo, pero a ellos los conduce al infierno. De hecho, has conseguido menos de lo que has destruido…
62
La buena suerte depende de la calamidad y viceversa. Lo bueno puede venir de lo malo, y lo malo, de lo bueno.
63
Ella siempre llega a la hora, como un reloj, y es igualmente puntual para irse.
Aparece sin ruido y se va en silencio.
¿Lo hace porque te entiende y quiere cuidarte, o porque siempre ha sido así?
He pensado que… no sé…
64
Imprevistamente, esperas que hoy no se presente, pero en realidad te preocupa que no venga.
65
Ella trabaja más de lo que habla, y todo lo que hace, lo hace en silencio, como un metrónomo. Pero trabajando de esa forma ha conseguido establecer una callada autoridad sobre ti.
Su silencio podría fundirse y sería oro.
66
Porque Dios está en el cielo y tú en la Tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de palabras, la voz del necio… Donde abundan los sueños, también lo hacen las vanidades y las muchas palabras.[27]
67
¿Habrá leído ella la Biblia?
68
¡Es huérfana!
¡Ha sido más desgraciada que tú!
¡Se ha criado comiendo el alimento de las masas!
¡Es verdaderamente huérfana!
Huérfana. Una palabra que te toca en lo más íntimo.
69
La respuesta al enigma ha quedado clara.
Es huérfana; ahí está la respuesta.
¿Qué es un huérfano? Un huérfano tiene los dientes superiores e inferiores, pero la lengua incompleta. Un huérfano usa siempre la mirada para hablar. Un huérfano ha nacido de la tierra (todos los demás han nacido del agua). Un huérfano tiene para siempre una cicatriz en el corazón.
70
Dile que tú también eres huérfano… No, ¿para qué decírselo? ¿Esperas acercarte más a ella? ¿Por qué quieres estar más cerca de ella? ¿Porque es huérfana? O será porque…, porque… ¿Cómo es que de pronto tienes tantos problemas? Los problemas son las sombras de lo que uno desea. Los genios y los tontos no tienen problemas; sólo tienen exigencias.
71
La vacilación también es una forma de poder, pero es el poder de una persona corriente.
A la gente corriente le gusta complicar las cosas; los creadores de códigos tienen la capacidad de verlo, pero los que descifran códigos no.
72
Hoy se quedó treinta minutos más, porque me estaba leyendo una cosa acerca de Pavel Korchagin, el protagonista de Así se templó el acero. Dijo que era su libro favorito. Lo lleva a todas partes y, cuando tiene un momento, lo saca y lo lee. Hoy lo estuve hojeando. Me preguntó si lo había leído y le dije que no; entonces me preguntó si podía leérmelo en voz alta. Pronuncia muy bien el mandarín. Me contó que antes trabajó de operadora telefónica en el cuartel general. Conocía mi voz desde hacía años, de oírla por el teléfono…
73
La diferencia está en que algunas personas se preparan para cualquier eventualidad, mientras que otras no. Nunca debemos reprocharnos eso.
74
En uno de sus sueños, se vio vadeando un río y leyendo un libro al mismo tiempo, con el agua hasta la cintura. En el libro no había ninguna palabra… Entonces el agua empezó a crecer y arremolinarse, y él se apoyó el libro en la cabeza, para que no se mojara. Cuando pasó la riada, se dio cuenta de que el agua le había arrebatado toda la ropa. Estaba desnudo en el río…
75
En este mundo, todos los sueños que tiene cada persona los ha soñado ya el resto de la gente.
76/77
Tuvo dos sueños simultáneamente, uno arriba y otro abajo…[28]
… Lo que experimentó en sueños hizo que se despertara cansado, exhausto. Parecía como si su sueño lo hubiera consumido hasta la médula.
78
Una caída terrible puede arruinar la mayor de las victorias. Pero no es seguro.
79
Piensas cosas que nunca habrías imaginado que fueras a pensar.
80
Hay una sola manera de librarse de ti: mirarte con los ojos de uno mismo.
81
Escucha ………………………………………..uno ………………..tú ……………………………………………………………………………………………………….ojos ……………………………………………………………………………………………..mayoría …………………………………………………………………………………………………….sobre ………………………………………………………………………….ti……..[29]
82
Dos tipos de enfermedad: la primera causa sobre todo dolor; la segunda hace que tengamos sueños. La primera se puede tratar con una medicina; la segunda, también. Pero la medicina está en los sueños. De la primera enfermedad te puedes recuperar rápidamente, mientras que la segunda te quema.
83
¡Sueños! ¡Despertad, despertad!
¡Sueños! ¡No despertéis!
84/85
Escucha, esta vez no escribirá algo para borrarlo después; él…[30]
… Como el lirio entre los espinos, como el manzano entre los árboles silvestres…[31]
86
El símbolo de tu vida se está muriendo, como un insecto devorado por otro.
87
Hay una jaula que espera un pájaro…[32]
88
Este es un camino que recorren todos; por eso es fácil de reconocer.
89
¡Un pájaro!
90
¿Sería que no ha luchado lo suficiente? Sin embargo, hay una jaula que espera un pájaro…[33]
Observando la libreta, es fácil notar que su contenido es desordenado y a veces poco claro. Pero de la lectura se desprende que el amor de Rong Jinzhen por la señorita Di fue en aumento. Se puede observar la evolución de sus sentimientos. Sobre todo en las últimas secciones, su profundo amor por ella se vuelve evidente. Supongo que los pasajes eliminados por Di Li expresaban sentimientos más íntimos y quizá eran todavía más difíciles de entender que el resto. Lo creo así, porque una vez le pregunté si en algún momento Rong Jinzhen le había manifestado su amor de manera inequívoca; ella me contestó que no. Sin embargo, también me dijo que quizá lo hubiera hecho, ya que algunas de sus palabras tenían ese significado.
Le pedí insistentemente que me dijera cuáles eran esas palabras, pero ella siempre titubeaba antes de responderme. Al final, me dijo que las palabras a las que se refería no eran de Rong Jinzhen, sino pasajes extraídos del Cantar de los Cantares del rey Salomón. Más concretamente, mencionó la última estrofa del canto cuarto. Debió referirse a esto: «Levántate, viento del norte; ven tú también, viento del sur; soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado al jardín y coma de su dulce fruta».
Puesto que la libreta contenía detalles íntimos de su relación, no sería justo que yo la criticara por eliminar esos pasajes. Sin embargo, desde mi punto de vista, de este modo es más difícil comprender su relación, ya que hay pormenores que quedan al margen, ocultos, y que siguen siendo secretos. Así pues, podríamos decir que la libreta es una especie de código donde está encriptada la relación de ambos, a salvo de miradas ajenas.
Debo decir, con respecto a Rong Jinzhen como hombre de genio y criptoanalista portentoso, que entiendo bastante bien el panorama; lo comprendo y sé quién fue. Pero en lo relacionado con la emoción, el amor, los intercambios privados que tienen lugar entre un hombre y una mujer, siempre estaré en la oscuridad, incapaz de ver la imagen completa. La información que podría arrojar luz sobre ese aspecto de Rong Jinzhen es imperfecta; le faltan fragmentos. Tengo la sensación de que hay personas que no quieren que el mundo exterior conozca esa faceta de Rong Jinzhen, como si eso pudiera restarle parte del brillo a su imagen. Quizá las personas como Rong Jinzhen no deben tener sentimientos personales, emociones de naturaleza íntima, impulsos de amistad y otras emociones similares. Como no deben tener esas emociones, tal vez él fue el primero en arrancárselas. Puede que le haya resultado difícil, pero si él no lo hubiera hecho, otros habrían encontrado la manera de hacerlo en su lugar.
Según su esposa, una tarde del tercer día después de salir del hospital, se presentó personalmente en su oficina y le entregó la libreta. Como guardia de seguridad, Di Li tenía el cometido de inspeccionar todas las libretas entregadas, para determinar si les faltaban hojas o si aún les quedaban páginas en blanco; era su responsabilidad. Así pues, cuando Rong Jinzhen le entregó la libreta, ella cumplió con su deber de inspeccionarla. Entonces él le dijo:
—En la libreta no hay ningún secreto relacionado con el trabajo, sino únicamente mis secretos personales. Si sientes curiosidad acerca de mí, puedes leer todo lo que quieras. En realidad, espero que lo hagas. También espero recibir una respuesta.
Di Li me contó que ya había anochecido cuando terminó de leer la libreta y que tuvo que regresar a su dormitorio a oscuras. Parecía como si algún espíritu maligno hubiera entrado en la habitación de Rong Jinzhen. De hecho, Di Li vivía en el bloque treinta y ocho, mientras que él lo hacía en el bloque de los especialistas. Estaban en diferentes direcciones. Los dos bloques aún siguen ahí. El primero es de ladrillo rojo y tiene tres plantas; el segundo es de dos plantas y está revestido de ladrillos de color verde azulado. Una vez estuve allí, frente al segundo. Ahora estoy mirando su foto y mentalmente puedo oír la voz de Di Li:
—Cuando llegué a mi edificio, me lo encontré a él, que me estaba mirando. No abrió la boca, y, aunque estaba sentado, no me pidió que me sentara a su lado. Me quedé de pie, delante de él, y le dije que había terminado de leer su libreta. Entonces me pidió que hablara; él me escucharía. Le pedí que me permitiera ser su esposa. Su respuesta fue: «Sí». Tres días después, nos casamos.
¡Qué increíblemente fácil, como en una fábula! ¡Prácticamente increíble!
A decir verdad, mientras me contaba eso, Di Li no dejó traslucir ninguna emoción: ni tristeza, ni felicidad, ni sorpresa, ni admiración. Parecía como si incluso estuviera ausente el apego emocional que la gente suele tener a sus recuerdos, como si ella estuviera narrando por enésima vez los sucesos de un sueño. Me resultó muy difícil adivinar cómo se habría sentido entonces y percibir cómo se sentía mientras me contaba la historia. Quizá fue presuntuoso esperar que me respondiera, pero le pregunté si amaba a Rong Jinzhen. Su respuesta fue:
—Lo amo como amo a mi patria.
Después, le hice otra pregunta:
—Me he enterado de que, poco después de su boda, el enemigo empezó a usar NEGRO. ¿Es así?
—Sí.
—Y me han dicho que, a partir de entonces, él prácticamente no volvió a su casa.
—Así es.
—¿Cree que estaba arrepentido de haberse casado con usted?
—Sí.
—¿Y usted se arrepentía de haberse casado con él?
Observé que la pregunta la cogía por sorpresa. Abrió mucho los ojos, me miró y replicó acaloradamente:
—¿Arrepentirme yo? ¡Nadie que amara a su país se habría arrepentido! ¡Claro que no! ¡La respuesta siempre será «no»!
Al instante se le llenaron los ojos de lágrimas y empezó a sorber el aire por la nariz, como si estuviera a punto de echarse a llorar.
Comenzado en julio de 1991 en Pekín,
Haidian, Weigongcun.
Terminado en agosto de 2002 en Chengdu,
Qingyang, Luojianian