4

Si el caballo volvió más pequeño el mundo, y los viajes por mar lo volvieron más grande, entonces el motor de combustión interna lo volvió mágico. Un par de meses después, cuando el ejército japonés partió de la capital provincial en dirección a Tongzhen, la división avanzada de motociclistas llegó al cabo de un par de horas. Fueron los primeros motores que se vieron en la carretera entre la capital provincial y Tongzhen, y su velocidad hizo preguntarse a la gente si el cielo se habría apiadado finalmente del viejo tonto de la fábula que quería mover una montaña y habría accedido a moverle toda la cordillera. Hasta ese momento, la manera más rápida de llegar de la ciudad a Tongzhen era desplazarse a caballo. Si el caballo era suficientemente veloz y el jinete estaba dispuesto a usar la fusta cuando hiciera falta, el trayecto se podía completar en unas siete u ocho horas. Varias décadas antes, el joven Lillie solía hacer ese viaje en carro. Obviamente, era mucho más lento que desplazarse a caballo, aunque, si el cochero marcaba un buen ritmo, era posible salir al alba y llegar a destino poco antes del anochecer. Pero el joven Lillie ya no se veía capaz de soportar durante horas las sacudidas de la carretera, por lo que se veía obligado a hacer el viaje en barco. El trayecto fluvial hasta Tongzhen duraba dos días y dos noches, pero se efectuaba a contracorriente, por lo que el regreso era mucho más rápido. Aun así, solía durar todo un día y una noche.

Una vez en la cubierta, el joven Lillie empezó a reflexionar sobre el nombre del chico, pero, al llegar al último tramo de la navegación hasta la capital provincial, seguía sin haber tomado una decisión. Nada más abordar el asunto, se había dado cuenta de que era un caso bastante peliagudo. De hecho, el joven Lillie se enfrentaba con el mismo problema que había preocupado al señor Auslander cuando le habían pedido que eligiera un nombre para el bebé, porque no era una de esas dificultades que se resuelven por sí solas, con el paso del tiempo. Tras pensarlo detenidamente, decidió descartar cualquier otra consideración y darle al chico simplemente un nombre adecuado para alguien nacido y criado en Tongzhen. Se le ocurrieron así dos nombres, aunque ambos le parecieron un poco forzados. El primero era Jinzhen, que significaba «dorada sinceridad», y el segundo, «Tongzhen», cuyo significado era «sinceridad infantil». Decidió que fuera el chico quien decidiera cuál de los dos le convenía más.

—Me da igual —dijo Patito.

—En ese caso —replicó el joven Lillie—, elegiré yo por ti. ¿Te parece bien Jinzhen?

—Sí —respondió Patito—. Me llamaré Jinzhen.

—Espero que en el futuro estés a la altura de tu nombre —dijo el joven Lillie.

—Sí. Trataré de estar a la altura de mi nombre —replicó Patito.

—Con esto quiero decir que espero que en el futuro brilles como el oro —añadió el joven Lillie.

—Sí —asintió Patito—. Intentaré brillar como el oro.

Al cabo de un momento, el joven Lillie le hizo otra pregunta:

—¿Te gusta tu nombre?

—Sí —respondió Patito.

—Me gustaría cambiar uno de los caracteres de tu nombre —dijo el joven Lillie—. ¿Te parece bien?

—Me parece bien.

—Ni siquiera te he dicho cuál es el carácter que quiero cambiar —dijo el joven Lillie—. ¿Por qué lo aceptas sin más?

—¿Cuál quieres cambiar? —preguntó Patito.

—El carácter zhen, que significa «sinceridad». Quiero cambiarlo por el carácter que también se lee zhen pero significa «perla» —respondió el joven Lillie—. ¿Estás de acuerdo?

—Sí —replicó Patito—. Usaré el carácter zhen que significa «perla».

—¿Sabes por qué he cambiado ese carácter en tu nombre? —preguntó el joven Lillie.

—No —respondió Patito.

—¿Te gustaría saberlo?

—Sí… No… No sé…

A decir verdad, el joven Lillie había decidido cambiar ese carácter en el nombre del chico por pura superstición. En Tongzhen, como en el resto de la región de Jiangnan, había un proverbio popular que decía: «Hasta el demonio le teme a un hombre que parece una mujer». Eso significa que cuando un hombre tiene alguna cualidad femenina, reúne en su naturaleza el yin y el yang, y los dos principios se combinan en su persona. La fuerza del yang se complementa con la flexibilidad del yin, y el resultado es inmejorable: un individuo verdaderamente extraordinario. Por esa razón, entre las costumbres locales hay millones de maneras de equilibrar el yin y el yang, entre ellas los nombres que se imponen a los hijos varones. Tradicionalmente, cuando un padre espera que su hijo llegue lejos y haga grandes cosas, no es raro que le elija un nombre de chica, con la esperanza de garantizarle un futuro brillante. El joven Lillie pensó en un principio contarle todo eso a Patito, pero después lo pensó mejor y se dijo que no habría sido apropiado. Tras un momento de duda, se dio cuenta de que lo mejor era callar y guardarse su razonamiento. Al final, dijo simplemente:

—Muy bien. Entonces está decidido. Te llamarás Jinzhen, con el carácter zhen que significa «perla».

Para entonces, el perfil de la ciudad C ya empezaba a dibujarse en el horizonte.

Cuando llegaron a los muelles, el joven Lillie contrató un rickshaw, pero no lo usó para ir enseguida a su casa. En lugar de eso, fue directamente a una escuela primaria muy prestigiosa, cerca de la puerta del Oeste, para hablar con su director. Este era un hombre llamado Cheng. En otro tiempo, había sido alumno del instituto de bachillerato adscrito a la Universidad N, y el joven Lillie, cuando era estudiante (y también más adelante, siendo ya profesor ayudante en la universidad), había impartido clases en ese instituto. Cheng tenía un carácter abierto y comunicativo, y había sido muy admirado entre sus compañeros de estudios, además de causar una impresión profunda en el joven Lillie. Cuando terminó el bachillerato, habría podido acceder fácilmente a la universidad gracias a sus calificaciones, pero para entonces ya había quedado cautivado por los uniformes del Ejército Nacional Revolucionario. Cuando fue a despedirse del joven Lillie, llevaba un fusil al hombro. Volvió al cabo de dos años, en pleno invierno. Todavía vestía el mismo uniforme, pero no llevaba ningún fusil. Observándolo más detenidamente, el joven Lillie se dio cuenta de que el rifle no era lo único que le faltaba. También le había desaparecido el brazo necesario para sostenerlo; en su lugar no tenía más que una manga vacía. Mientras Cheng intentaba torpemente acomodarse en el despacho del joven Lillie, este se sintió bastante incómodo. Le tendió la mano para ayudarlo y comprobó que el brazo izquierdo, que Cheng aún conservaba, seguía tan fuerte y hábil como siempre. Le preguntó si podía escribir con la mano izquierda. Cheng le contestó que sí. Entonces el joven Lillie le dio una carta de recomendación para una escuela primaria que acababa de establecerse cerca de la puerta del Oeste, donde Cheng podría iniciarse como maestro. Para el desdichado militar, esa carta fue el comienzo de una nueva vida. Debido a su defecto, cuando empezó a trabajar de maestro, lo apodaron el Manco. Cuando pasaron los años y llegó a director, lo siguieron llamando el Manco, pero con admiración, porque decían que con una sola mano había llevado al colegio hasta lo más alto.

Unos meses antes, Cheng había permitido que el joven Lillie y su mujer se escondieran en las dependencias de la escuela mientras arreciaba la batalla en torno a la ciudad. Los había alojado en un cobertizo junto al taller de carpintería. Cuando el joven Lillie volvió a la escuela después de su viaje a Tongzhen, le dijo al Manco, nada más verlo:

—¿Sigue vacío el cobertizo?

—Así es —replicó el Manco—. Solamente hay un par de balones de fútbol y de baloncesto.

—Quiero que alojes allí a este chico —dijo el joven Lillie, señalando a Patito.

—¿Quién es? —preguntó el Manco.

—Jinzhen, tu nuevo alumno —respondió el joven Lillie.

A partir de ese momento, nadie volvió a llamarlo Patito. Todos lo llamaron Jinzhen.

—¡Jinzhen!

—¡Jinzhen!

El nuevo nombre marcó el comienzo de la vida de Patito en la ciudad y todo lo que le ocurrió a partir de entonces. También fue el fin de su relación con Tongzhen.

En cuanto a lo sucedido a lo largo de los dos o tres años siguientes, la mejor testigo es la hija mayor del joven Lillie, Rong Yinyi.