«NO TENÍA NADA POR LO QUE VIVIR»
PORTLAND, INFORME OFICIAL: El empleado de mantenimiento que disparó a dos personas causándoles la muerte antes de quitarse su propia vida y provocando el cierre del Aeropuerto Internacional de Portland durante ocho horas, sufría una depresión como consecuencia de la ruptura de su matrimonio, según confirmaron ayer fuentes familiares y de su círculo de amistades.
Amelio González, 37, le dijo a un amigo que no tenía nada por lo que vivir después de que hace tres meses una sentencia judicial le adjudicase la custodia total de sus dos hijos, de 11 y 7 años de edad, a su ex esposa, Melinda González.
Se cree que González requirió asistencia médica y se le prescribieron medicamentos antidepresivos.
Sus compañeros de trabajo reciben con incredulidad sus actos, y le describen como una persona amistosa y generosa que con frecuencia ayudaba a todo el que lo necesitase.
«Amelio era un tipo agradable», dijo de él Jerome Webber, que trabajó con González en el mantenimiento de aeronaves durante dos años antes del incidente. «Un tanto callado, pero cualquiera estaría afectado si le pasase lo que a él. Es la última persona que podrías imaginar que haría algo así».
La empresa para la que trabajaba defendió sus políticas de contratación, argumentando que todos los empleados están sujetos a controles psicológicos de manera regular. González realizó uno de esos controles hace apenas cuatro semanas.
«Estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para llegar al fondo de esto», dijo George Aftercock, jefe de seguridad del Aeropuerto Internacional de Portland. «Queremos saber cómo es posible que un empleado modelo pueda de repente perder la cabeza así».
Amelio González disparó el sábado a dos personas. Se cree que una tercera persona, una mujer, falleció en un accidente de tráfico mientras trataba de huir. Los nombres de las víctimas todavía no han sido hecho públicos.
Un altercado anterior, en el que un hombre cruzó corriendo el vestíbulo de Llegadas en un visible estado de nervios, fue considerado en un primer momento como relacionado con el tiroteo, pero posteriormente se ha confirmado que no existía conexión entre ambos sucesos.