Todos estos relatos son auténticos, o, para ser estrictamente exacto, unos son auténticos y otros tienen un núcleo de verdad y un envoltorio ornamental. Unos corresponden a experiencias mías y otros a cosas que me han contado y que yo me he apropiado para mis propios fines, lo cual confirma el adagio: «Nunca digas nada a un escritor si no quieres verlo publicado.»
Naturalmente, no tengo la menor intención de decir cuáles de estos relatos son auténticos y cuáles son semiauténticos, pero espero que eso no impida al lector disfrutar con ellos.
Gerald Durrell