Tal como son los escritores, supongo que se me conoce por ser algo parecido a un optimista, así que parece normal que esta novela proyecte un futuro donde hay un poco más de sabiduría que de estupidez, tal vez un poco más de esperanza que de desesperación.
De hecho, versa sobre el futuro más halagüeño que puedo imaginar ahora mismo.
Qué idea tan tranquilizadora.