En los primeros días del nuevo mundo, no había nadie que hablara mal del dióxido de carbono, ni del metano, ni siquiera del cianuro de hidrógeno. Bajo los rayos y la inclemente luz del sol, estos compuestos químicos se mezclaron para salpicar el joven océano de aminoácidos, purinas, adenilatos…, un «caldo primigenio» que entonces reaccionó aún más, hasta construir polímeros complejos y retorcidos.
Simples uniones aleatorias habrían tardado un billón de años en elaborar algo tan complejo como una bacteria. Pero se había involucrado algo más que el simple azar de la química: la selección. Algunas moléculas eran estables, mientras que otras se degradaban fácilmente. Las estables se acumularon y llenaron los mares. Se convirtieron en las letras de un nuevo alfabeto.
También ellas reaccionaron para, formar grupos aún más grandes, unos pocos de los cuales sobrevivieron y aumentaron: las primeras palabras genéticas. Y así sucesivamente. Lo que de otro modo habría tardado un billón de años se consiguió en un instante relativo. Las frases se agolparon unas junto a otras, formando párrafos principalmente sin sentido. Pero unas pocas tuvieron éxito.
Antes de que la última tormenta de meteoritos se acabara o el último rugido de los supervolcanes finalmente remitiera, apareció en el océano un tour de forcé químico, rodeado por un envoltorio de lípidos y proteínas. Una entidad que consumía y excretaba, que reproducía auténticas copias de sí misma. Una cuyas hijas labraban victorias, sufrían derrotas, y se multiplicaban.
De aquella sopa de letras se formó súbitamente una historia. Un simple cuento todavía. Primitivo y predecible. Pero, de todas formas, en él se notaba un talento en bruto. El autor empezó a improvisar.
■ Grupo Especial de Interés y Discusión para Buscar Soluciones Mundiales de Largo Alcance [G GEIDS, MLP 2537890.546]. El comité director informa.
Durante semanas se ha llevado a cabo un debate maratoniano en el subgrupo seis (tecno-curas), categoría nueve, fórum cinco, con relación a los méritos relativos de los ñaño-constructores en oposición a las máquinas Von Neumann como posibles fuentes de energía para reemplazar los exhaustos pozos y minas de nuestro pobre planeta.
La palabra «exhausto» se aplica también a los agotados moderadores de este tema. Finalmente, el presidente del fórum dijo: «¡Ya basta! ¿Es que ninguno de ustedes tiene un trabajo? ¿Una familia?».
Estamos de acuerdo. Está muy bien hablar de cómo estas dos tecnologías pueden algún día «generar suficiente bienestar para hacer que incluso los Estados Unidos del siglo veinte parezcan una tribu Cromagnon». ¡Pero uno de los propósitos de este GEI es llevar las ideas más allá de la simple especulación y ofrecer al mundo planes factibles de ser llevados a la práctica!
Así que hagamos una pausa en este tema, amigos. Duerman un poco. Saluden a sus hijos. Vuelvan cuando puedan mostrar un diseño que funcione de una máquina auténticamente sofisticada que pueda hacer copias de sí misma, ya sea recolectando en suelos lunares o nadando en un baño nutriente. Entonces los demás suministraremos felizmente las críticas despiadadas que necesitarán para hacerla funcionar.
Como contraste, los fanáticos de las cl-soc del grupo dos tienen algunos debates muy jugosos acerca de la moda actual de aplicar la psicología tribal a las poblaciones urbanas. ¡En un momento dado, más de medio millón de usuarios de la Red sintonizaron con ellos, con lo cual llevaron a nuestro GEI, una vez más, hasta los niveles de grado comercial! Los sumarios compilados de esos debates ya están disponibles, y felicitamos a los organizadores del grupo dos por mantener un debate tan animado y productivo.