Un fuego modesto arde durante más tiempo. Lo mismo sucede con las estrellas.
Las más brillantes pasan una vida de extravagante despilfarro hasta que finalmente explotan en sacudidas terminales de autoexpresión, sobrepasando brevemente en fulgor a galaxias enteras. Mientras tanto, los soles más tranquilos y humildes atienden con paciencia sus asuntos, envejeciendo de forma lenta y graciosa.
Irónicamente, hacen falta ambos tipos para dar lugar a una poción adecuada. Pues sin la grandiosa falta de moderación de las supernovas, no habría ingredientes, nada de oxígeno, carbono, silicio o hierro. Sin embargo, los firmes soles amarillos son también necesarios para cocer la mezcla de forma lenta y suave, o la receta se estropearía.
Tómese una mezcla solar de elementos. Condénsense pequeñas porciones y adhiéranse a un globo de tamaño medio. Sitúense a la distancia adecuada de la llama y háganse rotar lentamente. La corteza deberá burbujear y luego hervir a fuego lento durante los primeros millones de años.
Aclárese el hidrógeno de sobra bajo una ráfaga de luz solar.
Bombardéese con cometas durante un eón, o hasta que se forme una película líquida.
Manténgase en rotación bajo calor constante durante varios miles de años.
Entonces no queda más que esperar…
■ Para que lo tomen en consideración los 112 millones de miembros del Grupo Especial de Interés y Discusión en Busca de Soluciones Mundiales de Largo Alcance [■ GEI DS, MLP 2537890.546], el comité director encomienda esta pequeña gema a uno de nuestros miembros [■ Jane P. Gloumer Qr T JN 233-54-2203 aa], encontrada en una novela de finales del siglo veinte. La llama el «Plan Offut-Lyon». La señora Gloumer describe la idea:
»Nuestro problema no es que haya demasiada gente, en principio. Es que tenemos demasiada gente ahora mismo. Estamos usando los recursos naturales a un promedio desorbitado, justo cuando los últimos bienes de la Tierra deberían utilizarse para crear auténticos y permanentes pozos de prosperidad. Proyectos como la retorestación, la energía solar orbital, o [lista de otras sugerencias en apéndice con referencias adecuadas] no progresan porque nuestro estrecho margen debe ser empleado en alimentar y alojar a demasiada gente.
»Oh, desde luego, la tasa de crecimiento de la población se ha reducido. Dentro de un siglo, las cifras totales se habrán equilibrado. Pero demasiado tarde para salvarnos, me temo.
»Algunos miembros muy insensatos de este mismo GEI han sugerido que esto podría solucionarse si dejáramos morir a la mitad de la población. Una sombría solución malthusiana, y en mi opinión de lo más estúpida. Esos cinco mil millones no se conformarán con desaparecer por las buenas. Lo harán pataleando, llevándose a todos los demás por delante.
»Y, de todas formas, ¿es realmente necesario que mueran miles de millones de personas para poder salvar el mundo? ¿Y si pudiéramos persuadir a esos miles de millones para que se marcharan temporalmente?
»Un reciente trabajo de la Universidad de Beijing demuestra que estamos sólo a una década de perfeccionar la criosuspensión…, la congelación segura de los seres humanos (como por ejemplo aquéllos que sufren enfermedades terminales) para poder resucitarlos más adelante. De entrada, eso parece otra tecno-calamidad, poner el tapón a otro de los desagües y dejar que el baño se siga llenando de gente. Pero eso sería desaprovechar la idea. Hay una forma para que esta salida sea nuestra solución.
»Éste es el trato: dejar que todo aquél que quiera, firme para ser suspendido hasta el siglo veinticuatro. Las Naciones Unidas garantizan que sus ahorros se acumularán un 1% por encima de la inflación o de las mejores tasas de bonos del estado, lo que sea más alto. Los voluntarios tendrán dinero asegurado cuando aparezcan al otro lado.
»A cambio, acceden a quitarse de en medio, dándonos a los demás espacio donde movernos. Con sólo la mitad de la población por alimentar, los que resolvemos los problemas podremos poner manos a la obra y usar los recursos que quedan para arreglar las cosas.
»Por supuesto, hay unas pocas pegas que solucionar, como la logística de congelar con seguridad a cinco mil millones de personas, pero para eso existen grupos de discusión GEI como éste…, ¡para proporcionar ideas y resolver problemas!».
En efecto. La provocativa sugerencia de Jane nos dejó sin aliento. Esperamos más de un millón de respuestas a este tema, así que, por favor, traten de ser originales o esperen a la segunda oleada para ver si su razonamiento ya ha sido formulado por otra persona. Para ser concisos, la primera ronda quedará limitada a simples voces-textos de ocho-gig, con sólo una capa de subreferencias. Nada de animaciones ni holografías, por favor. Ahora empecemos con nuestros miembros más veteranos de China…