[1] AZAÑA, Memorias II, cit., p. 281. <<
[2] J. DÍAZ, Tres años… II, p. 145. <<
[3] Ibid., p. 227. <<
[4] Ibid., p. 142. <<
[5] Ibid., p. 52-80. <<
[6] Ibid., p. 177. <<
[7] FPI, AFLC XXII, pp. 263-265. <<
[8] J. DíAZ, Tres…, II, cit., pp. 186-187; VV.AA., Spain betrayed, cit., pp.146, 144-145. <<
[9] Ibid., p. 180. <<
[10] En el mismo sentido informaba a Moscú, en abril el embajador Gaikis, sucesor de Rosenberg: «La creciente influencia del Partido Comunista provoca gran ansiedad entre los reformistas españoles de cualquier franja política». <<
[11] VV.AA., Spain betrayed, cit., pp. 186-187,192,168. <<
[12] Ibíd., p. 148. <<
[13] «Díaz y Dolores tuvieron un encuentro personal con Azaña, que también cree que las cosas no pueden seguir como hasta aquí» (VV.AA., Spain betrayed, cit., p. 167.) <<
[14] VV.AA., Spain betrayed, cit., p. 162. <<
[15] Ibid., pp. 194-195. <<
[16] Azaña amenazó veladamente con dimitir si el gobierno no tomaba medidas enérgicas: «Ni mi decoro personal ni la dignidad de mi función política ni el escándalo que se está dando ante el mundo entero permiten que el Jefe del Estado permanezca un día más en la situación en que se encuentra», telegrafiaba a Prieto el día 5. <<
[17] VV.AA., Spain betrayed, cit., p. 189. <<
[18] FPI, AFLC XXII, p. 271. <<
[19] G. ORWELL, Homenaje a Cataluña, Virus, Barcelona, 2001, pp. 168 y 181; W. SOLANO, El POUM en la historia. Andreu Nin y la revolución española, Madrid, 1999,p.164-166. <<
[20] G. ORWELL, Homenaje…, cit., p. 151.
Sobre la mendacidad y partidismo de la prensa británica, observa: «Todos recordamos el titular del Daily Mail: “Los rojos crucifican monjas”, mientras que para el Daily Worker, la Legión Extranjera de Franco se componía de “asesinos, tratantes de blancas, traficantes de drogas y el desecho de todos los países europeos”. En octubre de 1937, el New Statesman nos regalaba historias de barricadas fascistas hechas con los cuerpos de niños vivos (elemento muy incómodo para hacer barricadas), y Mr. Arthur Bryant declaraba que “en la España leal era cosa común aserrar las piernas de un comerciante conservador”. La crueldad española siempre fue muy popular entre los bondadosos ingleses.» Termina amargamente Orwell: «Quienes escribían este tipo de cosas nunca lucharon: los soldados son los que luchan, los periodistas son los que gritan, y ningún “verdadero patriota” se acerca jamás a una trinchera, exceptuando las brevísimas giras de propaganda. A veces me resulta un consuelo pensar que el avión está modificando las condiciones de la guerra. Quizá cuando se produzca la próxima contienda podamos ver un espectáculo sin precedentes en toda la historia: un patriota incendiario con un orificio de bala» (G. ORWELL, Homenaje…, cit., pp. 230-231). <<
[21] G. ORWELL, Homenaje…, cit., p. 24. <<
[22] Ibid., pp. 109 ss. <<
[23] Como decía razonablemente José Díaz, «Para ganar la guerra es preciso, sobre todo, producir: producir sin descanso, sin limitación de horas, todo cuanto haga falta» (J. DíAZ, Tres…, II, cit., p. 52) Fue el único aspecto en que la política comunista fracasaría, pues la producción, industrial o agraria, siguió una curva a la baja, y el hambre cundiría hasta alcanzar, en 1938, las cotas mayores del siglo XX en España, superiores incluso a las registradas en la posguerra, durante el bloqueo internacional al régimen de Franco. <<