C. J. C. expresa su gratitud a Robustiano Cipotón con los versos que siguen.
A Robustiano Cipotón, que no perdió la afición a utilizar del cojón la próvida munición. (Que Dios le conserve, hermano, por los siglos de los siglos, un coño propicio a mano).
Robustiano Cipotón
es un cachondo de Ronda
que desea verrionda
y eficaz
y pertinaz
la conducta del cojón.
¡Qué Dios le oiga, compañero!
Que en este mundo de mierda
no hay cipote que se pierda
por pensar
y practicar
que joder es lo primero.
¡Ay, pija devota y pía,
brújula que del cojón
marcas la dulce sazón
—calentura
y polla dura—
que tan sólo el catre enfría.
Robustiano Cipotón
me la desea bravía.
¡Qué Dios oiga todavía,
Robustiano,
fiel hermano,
los ruegos de tu oración!
Salut i força al canut,
se desea en Barcelona
y en Gerona y Tarragona
para el quilé
y el magué.
Y calibre de mamut
como el pijo de Archidona,
¡cosa bona!,
pide al cielo para usted
su compadre emocionado
y a follar aficionado,
Cela,
Camilo José
(De la Real Academia
Española,
que contra lo que se dice,
mea sola).