Archidona
Así debió de ser la calentura;
así la virgen sensación primera;
intuitivo y así, de esa manera,
el orgasmo de Adán (todo blancura)
alígero y gozoso, con altura
de radios extendidos de palmera,
al tacto de su dulce compañera
en el silencio de la tarde oscura.
El Amor, sobre el polvo del camino,
pagó muy duramente su pecado
por culpa de la bicha más bribona.
Y así escribió otra página el Destino
para hacer inmortal aquel tinglado
de una mujer y un hombre en Archidona.
Sagrario Torres
9 mayo de 1972