Capítulo 101

La Muerte entró al laboratorio, descubriendo que la puerta de la jaula donde se encontraba la Pequeña Muerte estaba abierta. Buscando con la mirada a la Pequeña Muerte, descubrió un par de grilletes que sobresalían del mesón de trabajo. La Muerte cogió uno de los grilletes, sus ojos fulguraron de rojo furioso.

—Maldición —dijo la Muerte quien en un ataque de ira destrozó con el grillete parte de los instrumentos que había sobre el mesón. Cuando se calmó, un pensamiento lo sobrecogió. Nervioso inspeccionó el frasco donde guardaba la esencia de maldad pura. Se tranquilizó al saber que el frasco se hallaba intacto. Solo faltaba la piedra filosofal. La Muerte se sentó unos momentos y sacó el anillo nube de la túnica para inspeccionarlo. Golpeó la mesa con sus manos huesudas y salió del laboratorio a toda velocidad.