Capítulo 72

Ignacio tenía un nudo en la garganta. No tenía idea en lo que se había metido. Estaba aterrado. Lo único que evitaba que el miedo paralizara a Ignacio, era su determinación por rescatar a su hermano. Tenía que aprender a controlar su miedo, pero no sabía cómo. Sus piernas tiritaban. Ignacio miró a San Pedro, tratando de descubrir cómo podía controlar su miedo, pero ni la túnica ni la máscara que cubría el rostro de San Pedro le daban alguna pista. Ignacio no quería sentir miedo, quería volver a ser feliz, pero no a costa de su hermano. Era lo único que le quedaba y su deber era protegerlo. No era fuerte, no tenía súperpoderes. No podía pensar con claridad. No se le ocurría nada. Demasiados pensamientos negativos cruzaban por la mente de Ignacio. Ni siquiera sabía si lograrían salir del Infierno. Necesitaba calmarse. Ignacio se dio cuenta que San Pedro antes de salir al Abismo, respiró profundamente varias veces, hasta calmarse. Ignacio hizo lo mismo y luego de un rato se sentía un poco más tranquilo, pero los problemas no se solucionaban respirando profundamente ¿Dónde se hallaba la solución mágica que resolviera todos sus problemas y pudieran ser felices de nuevo como una familia?

No era una familia perfecta, pero eran sus padres y no los cambiaría por otros. Matías era insoportable la mayoría de las veces, pero era su hermano y lo quería y no permitiría que le pasara nada malo.

«¿Dónde estará Matías? Debe estar sufriendo igual que yo» —pensaba Ignacio.