Capítulo 45

Una sirena sonó por todo el Purgatorio. Las puertas se cerraron, los transportadores se detuvieron y decenas ángeles guardianes volaban de un lugar a otro.

«Atención, atención, prisionero escapó de la cúpula de aislamiento. Se considera peligroso. Esto no es un simulacro. Atención…».

Nikola subió la marmita arriba de su nube azul junto con la caja de herramientas y se dispuso a retirarse. Dos ángeles guardianes llegaron y lo detuvieron.

—¿Qué está haciendo en este lugar? —preguntó uno de los ángeles guardianes.

—Vine a reparar el transportador 145d7 —respondió Nikola.

—¿Hacia dónde se dirige?

—Voy a mi taller a arreglar unos engranajes defectuosos y a eliminar el filtro de este transportador que está contaminado —dijo Nikola apuntando hacia la marmita con mangueras y relojes.

—¡Qué lleva en la caja!

—Mis herramientas.

—Abra la caja.

—Solo llevo mis herramientas.

—Abra la caja.

Nikola sacó los seguros de la caja de herramientas y la abrió.

Uno de los ángeles guardianes arrojó la caja de herramientas al suelo. El Ángel Guardián dio vuelta la caja de herramientas con el pie. No había nada dentro.

—Puede retirarse.

—¿Qué pasa, se escapó alguien?

—No es su problema, siga su camino.

Nikola recogió sus herramientas y las puso de nuevo en la caja. Se subió a su nube azul y se retiró del lugar.