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Cada vez hace más calor

LA REALIDAD SOBRE EL CALENTAMIENTO GLOBAL

Con el comienzo del siglo XXI, uno de los debates más acalorados del momento es el del calentamiento global. Hay sin embargo dos hechos que no se discuten:

  1. Nuestro mundo se está calentando.
  2. Las actividades que consumen energía de los seres humanos son una gran causa del calentamiento.

Aunque algunos científicos cuestionen que el calentamiento global sea un problema que deba causarnos preocupación, en fecha tan reciente como 2004, unos consultores contratados por el Pentágono hicieron público un informe de seguridad nacional que predice un futuro en el que el calentamiento global causará que enormes áreas del mundo sean inhabitables y grandes carestías de agua y comida. El informe predice migraciones generalizadas y guerras si esto realmente ocurriese.

Así que, ¿qué pasa realmente con el calentamiento global?

¿QUÉ CAUSA EL CALENTAMIENTO GLOBAL?

Si recuerdas algo de la historia del planeta, entonces recordarás que ha habido varias edades de hielo (periodos en los que se han producido grandes expansiones de las capas de hielo continentales, de los hielos polares y de los glaciares), y la más reciente finalizó hace 10 000 años. De modo que es obvio que nuestro planeta ha sufrido grandes fluctuaciones de temperatura.

Lo que ha preocupado a los científicos es la rapidez del calentamiento con los años. En los últimos cincuenta años, la temperatura media global se ha incrementado al ritmo más rápido de la historia, y algunos creen que la tendencia se está acelerando: los tres años más calurosos jamás registrados han ocurrido todos desde 1998.

El hombre del tiempo no lo sabe

Todas las partes del país experimentan fluctuaciones en el clima. Ya vivas en Florida, Maine o el sur de California, el hombre del tiempo o meteorólogo probablemente haya informado de una ola de frío en tu área y haya añadido: «Bueno, no creo que estemos teniendo un calentamiento global…»

Aunque nosotros —y los meteorólogos— solo tenemos en cuenta la temperatura del aire en el exterior, eso no es lo que los científicos estudian. Lo que hacen es documentar el tamaño de los glaciares (e índices de deshielo), las condiciones del permafrost (esa parte del suelo ártico que ha estado siempre helada), la temperatura general en la tierra y la temperatura de las aguas.

Basándose en estas mediciones, lo que cualquier científico te dirá es que nuestro planeta se está calentando.

Algunas de las mediciones científicas de mayor preocupación son:

Los expertos creen que el mundo es ahora más cálido de lo que ha sido jamás en los últimos dos mil años, y si continúa la tendencia actual, será probablemente más caluroso que nunca en los últimos dos millones de años. Uno de los riesgos adicionales de esta subida de las temperaturas es que bajo ciertas condiciones, incluso el material orgánico que ha estado congelado durante milenios puede descomponerse, expulsando más dióxido de carbono y metano e incrementando aún más los gases de efecto invernadero. La Unión Geofísica Americana, una de las organizaciones científicas nacionales de mayor prestigio, ha tomado una postura oficial comentando que «las influencias naturales no pueden explicar el rápido incremento de las temperaturas globales de superficie»:

¿Y QUÉ?

En 2002, Colorado, Arizona y Oregón sufrieron la peor temporada de fuegos de su historia. Ese mismo año, la sequía creo severas tormentas de polvo en Montana, Colorado y Kansas, y las inundaciones causaron daños estimados en cientos de millones de dólares en Texas, Montana y Dakota del Norte. De acuerdo con las estadísticas del Consejo de Defensa de los Recursos Nacionales, desde principios de la década de 1950, la acumulación de nieve ha bajado un 60 por ciento en algunas áreas de la cordillera de las Cascadas en Oregón y Washington. Además, los científicos realizan estas predicciones:

Y esta información solo se refiere a los Estados Unidos.

LA CARBONACIÓN DE LA ATMÓSFERA

El año pasado, paneles nacionales e internaciones de cientos de expertos en el clima acordaron que la mayor parte del calentamiento durante los últimos cincuenta años ha sido causado probablemente por actividades humanas generadoras de dióxido de carbono, un gas que atrapa el calor en la atmósfera como si fuese el techo de un invernadero.

El dióxido de carbono es el sub-producto de mucho de lo que hacemos, y está siendo identificado como un factor muy importante en el calentamiento global. Aunque la mayor parte de él procede de la quema de carbón y combustible a nivel industrial, el dióxido de carbono también es producido por los coches, frigoríficos y al cocinar. Estas actividades queman combustibles fósiles y añaden dióxido de carbono a la atmósfera, creando un efecto invernadero que hace que se produzca un calentamiento atmosférico. (Otras sustancias como el metano también contribuyen al efecto de calentamiento).

En 1979 la Academia Nacional de las Ciencias llevó a cabo el primer estudio riguroso del calentamiento global. Los modelos climáticos —el método usado para prever los efectos de ciertos cambios climáticos— estaban por aquel tiempo poco desarrollados, pero incluso entonces, los resultados del trabajo sobre lo que hacía el dióxido de carbono a nuestra atmósfera fueron lo suficientemente alarmantes como para que el presidente Jimmy Carter convocara a los científicos para que investigaran. Como resultado, se formó un grupo de estudio sobre el dióxido de carbono y el clima.

Lo que asusta es la velocidad a la que se han incrementado los niveles de dióxido de carbono. En la década de 1780 (más o menos a la par que la Guerra de Independencia), los niveles de dióxido de carbono eran más o menos de 280 partes por millón (más o menos los mismos que hace 2000 años). La Revolución industrial comenzó a elevar los niveles de dióxido de carbono, al principio de forma gradual. Hicieron falta casi 150 años para llegar a 315 partes por millón. En los 70 del pasado siglo, los niveles alcanzaron las 330 partes por millón, y en los 90, se llegó a las 360 partes por millón.

A efectos prácticos, este efecto es irreversible. Aunque es posible incrementar los niveles de CO2 con relativa rapidez, es muy difícil bajarlos de nuevo. El dióxido de carbono es un gas persistente con una duración de un siglo aproximadamente.

Aunque puede que no sea fácil, necesitamos ponernos en marcha, o esto será una pesadilla que afectará a nuestros hijos… y a los hijos de nuestros hijos.

QUÉ HACER

Aunque los estadounidenses tan solo son el 4 por ciento de la población mundial, este país produce el 25 por ciento del CO2, por la quema de combustibles —con mucho, la mayor cantidad de cualquier país, y actualmente mayor que China, India y Japón juntas. Pero estos datos cambiarán con el crecimiento de otras naciones.

Y aunque los Estados Unidos son los que más contribuyen al problema del calentamiento global, este problema requiere apoyo universal. El Protocolo de Kyoto es un acuerdo internacional que requiere que los países reduzcan las emisiones de gases que conducen al calentamiento global y al cambio climático. Aunque los Estados Unidos han acordado continuar con las conversaciones, la delegación estadounidense ha defendido reducciones voluntarias (en lugar de firmar el acuerdo que garantizaría recortes por todos los firmantes) hasta que haya una forma de que China e India —dos países que están añadiendo fábricas donde se quema carbón a un ritmo exponencial— también firmen el acuerdo. Aunque esta posición es de algún modo entendible, algunos dirían que los Estados Unidos están perdiendo la oportunidad de liderar el camino de un mundo que demuestre que puede resolver sus problemas.

Mientras tanto, los científicos dicen que a menos que controlemos las emisiones que calientan la atmósfera, las temperaturas medias en los EE.UU. subirán entre 3 y 9 grados más a finales de siglo. Estas son algunas de las medidas que habría que tomar:

Y SI ALGUNA VEZ PENSASTE QUE TU VOZ NO CUENTA…

En 1997, el Senado tuvo ocasión de votar sobre una política contra el calentamiento global —si poner en marcha o no límites a la contaminación causante de la retención del calor— y ni un solo senador votó a favor de los límites. En 2003, cuando los senadores John McCain y Joseph Lieberman introdujeron normas para reducir y controlar las emisiones de calentamiento global, el Senado tan solo quedó a unos cuantos votos de aprobar la medida. Todos necesitamos hacer saber a nuestros congresistas que este asunto es importante para nosotros.

El problema del calentamiento global no tiene segundas oportunidades, un mensaje que los científicos de todo el mundo quieren que escuchen los gobiernos, la industria y los individuos.