CAPÍTULO 9

Si te toca lo puesto, te guardas algo para un café. Así no serás ludópata

En fin, ¿por dónde empezar? Lo primero: es un consejo raro, muy raro. En toda su pedagogía, que os aseguro que es mucha, ella no intenta que aprenda a ahorrar. Lo que le da miedo es que sea ludópata. Así es mi madre, llenita de miedos. Lo segundo: me lo dijo antes de ayer, y antes de ayer yo tenía 33 años. La típica edad en la que necesitas un consejo pedagógico sobre ludopatía.

Tercero, y que quede claro: jamás he tenido ningún problema con el juego, las apuestas ni el bingo.

Cuándo lo utilizó:

Reproduzco la conversación telefónica literalmente. En serio, es literal:

—¿Qué tal en el trabajo? —dice ella.

—Mal, pero como me va a tocar la primitiva mañana, estoy tranquila. —Ésta soy yo.

—¡Uy! Sí, tú siempre con tus cosas.

—No, en serio, me va a tocar, mamá: llevo un mes que me toca lo puesto y vuelvo a jugarlo…

Aquí me corta. Allá vamos:

—Nena, si te toca lo puesto, te guardas algo para un café, así no serás ludópata. Si te lo gastas todo… malo, malo.

Yo bloqueada, asimilando.

—Nena, ¿nena? ¿Me oyes? Se ha cortado. ¿Nena?

—Estoy aquí, mamá. —Asimilando.

—¿Me has oído? Que no lo gastes todo.

—¡Pero si me han tocado cuatro euros!

—Pues te guardas dos. Así son las cosas.

—Mamá, te tengo que dejar, me llaman al telefonillo.

—Mucho te llaman a ti. Bueno, cuídate y no salgas demasiado.

Consecuencias del consejo:

Me ha quitado la fe. Ya no creo que me vaya a tocar la primitiva.

Excepciones para utilizarlo con mis hijos:

Por Dios: nunca.

Versiones:

¿En serio pensáis que alguien puede tener una versión para este consejo?