CAPÍTULO 4

Retírate el pelo de la cara

Tengo 33 años y, a día de hoy, me retiro el pelo de la cara cuando quedo con mi madre para no tener que oírla. Lo reconozco, no tengo dignidad.

Cuándo utiliza el consejo:

Siempre. Siempre quiere decir siempre:

—Cuando llevo el pelo suelto me dice: «Con lo guapa que estás con la cara despejada. ¿Es que te quieres ver fea? No sé qué tienes que esconder. Te creerás moderna. Además, tienes pinta de sucia.»

—Cuando llevo el pelo recogido: «Con lo guapa que estás así. Si me hicieras caso, algo mejor te iría. Con la pinta de sucia que tienes cuando lo llevas suelto…»

Consecuencias:

No puedo llevar el pelo suelto si la voy a ver. No tengo fuerzas para soportarlo. Mi hermana, que está en plan rebelde, se ha puesto flequillo. Después de unos meses, ha decidido llevar una horquilla en el bolsillo. Tiene 29 años.

Excepciones para utilizarlo con mis hijos:

Si estamos andando por un precipicio estrecho y el pelo les impide ver el camino. Punto. Hijos, ¡llevad el pelo como queráis! Corto, largo, rizado, azul… No importa. Hay miles de cosas en la vida más importantes. No pienso perder mis fuerzas en eso.

Versiones:

«Yo no llevo nunca pendientes, pero cuando quedo con mi madre, pendientes en el monedero para ponérmelos antes de verla, porque “hija mía, una mujer sin pendientes es como un burro sin dientes.”» Anónimo

«Mi abuela me decía: “Péinate esas greñas, que te van a comer la cara”, lo cual no quiere decir que fuera despeinada, sólo que no lo llevaba recogido.» Vero

La opinión del experto:

«Aunque tengas 33 años, las madres lo son toda la vida y con eso se ganan el derecho a decirte todo lo que les parezca que puede mejorarte ¡durante toda la vida!» Rocío Ramos-Paul

Que sepas, supernanny, que después de esta frase te quito un punto, y no te mando a pensar a un rincón porque no nos tenemos confianza, pero dame tiempo…