XXXVIII

No procrees a tu semejante

No forniques, infame,

Para que no te propagues en este tiempo.

No forniques, impío,

Para que enmiendes tu presencia

Lesiva a la Humanidad, la nuestra—

En este torcido y de nadie mundo que

Miró cómo nacías de puerca y cómo ofendías.

Redime tu existencia, esputo de tísico,

Absteniéndote de procrear a tu semejante.