XXII

Está escrito

Ella, la imaginaria, es mía:

Porque cada instante de su existencia

Mi Ser Físico y pensamiento aparecen

En su psique e «incontaminado» de [mundanismo] ámbito.

Yo —igual— le pertenezco

Porque no hay ningún momento

De mi vida cuando su Ser Físico y pensamiento

No surjan en mi psique y alcoba, que es la de un asceta.