Señor Tirano
Mira en mi rostro
Al de un mensajero
De la Providencia
Que te anuncia hoy
El inminente advenimiento
Del fin de tus días, Señor Tirano:
Tú, megalómano, ya no tienes ni sombra:
Hasta Lucifer ha ordenado la abolición de
La totalidad de tu casta, porque nada que perturbe
La quietud de quienes por mandato viven permanecerá.