VIII

El Corruptor

Qué difícil

No corrompernos

Cuando nuestras insatisfechas

Necesidades materiales

Castigan nuestra Dignidad,

Honra y Estabilidad Emocional.

El Corruptor

Nos tiende las manos

Y muestra el camino

Que nos conduciría

Al «Espejismo de la Fortuna».

Qué difícil

Ha sido para nosotros

Mantenernos inmunes

Ante el Bacilo de la Inmoralidad.

El Corruptor

No cesa e insiste

En pervertir nuestras conciencias

Colocándonos innumerables señuelos.