XVI

Elogias, luego denigras

Cuando anunciaste

Que me admirabas,

Sin escrúpulos prodigabas

Elogios a todo lo que yo escribía.

Un día te dominó la Envidia

Hacia quien creíste tu maestro,

Sin saber que tu ignorancia y

Avidez por la Palestra Pública

Culminaría por encender tus

Denigraciones en mi contra:

Que nada alteran mi Voluntad

Y Determinación de continuar

Siendo el mismo, en cada obra nueva

Mi réplica, jamás El Otro, hasta mi Escisión Cuántica.