XI

Agridulces

En el curso de mi existencia

No he gozado a las mujeres

Tanto como las he padecido.

Ellas, «Materia Perpetuamente Oculta».

Tan hermosas, algunas;

Temperamentalmente detestables, otras;

Deshonestas, muchas todavía inabolibles.

No todas semejan la purulencia en progreso

Cuando conviven con un hombre y eligen

Arremeter contra la Voluntad de la Inteligencia Distinta.

Ellas, «Materia Perpetuamente Oculta».

Pero, admito que quizá

Me padecieron igual a mi:

Malhumorado a veces, depresivo siempre,

Escéptico e infortunadamente hostigado.