Agridulces
En el curso de mi existencia
No he gozado a las mujeres
Tanto como las he padecido.
Ellas, «Materia Perpetuamente Oculta».
Tan hermosas, algunas;
Temperamentalmente detestables, otras;
Deshonestas, muchas todavía inabolibles.
No todas semejan la purulencia en progreso
Cuando conviven con un hombre y eligen
Arremeter contra la Voluntad de la Inteligencia Distinta.
Ellas, «Materia Perpetuamente Oculta».
Pero, admito que quizá
Me padecieron igual a mi:
Malhumorado a veces, depresivo siempre,
Escéptico e infortunadamente hostigado.