Agradecimientos

Deseo agradecer la generosa ayuda de muchas personas, empezando, como no podía ser menos, por Selene Preston, Eric Simonoff, Susan Hazen-Hammond, Bobby Rotenberg, Hywel White y Ronald Ottewell. Conste también mi deuda con John Javna, por haberme prestado su biblioteca sobre la derecha cristiana. Hago extensiva mi gratitud a Clauda Rülke por diseñar nuestra nueva página web. También estoy agradecido a Tobias Daniel Wabbel por haber sido el primero en animarme a desarrollar algunas de mis ideas en un artículo para Im Anfang war (k)ein Gott: Naturwissenschaftliche und tbeologiscbe Perspektiven. Quisiera expresar mi profundo agradecimiento a mi compañero de pluma, Lincoln Child, que leyó el manuscrito y me dio sus inigualables consejos de siempre. Gracias, también, a mi editor, Bob Gleason, por su inestimable y creativo asesoramiento, y a Eric Raab por su ayuda.

Debo muchísimo a mis amigos navajos, que durante largos años me han dado a conocer la religión y la vida de los navajos en la reserva, particularmente Norman Tulley, Edsel Brown, Frank Fatt, Ed Black, Víctor Begay, Neswood Begay, Nada Currier y Cheppie Natan. Los primeros versos del canto navajo de la creación citados en la novela parten de una versión recogida por el padre Berard Haile de boca de un chamán de la reserva navajo a principios del siglo XX.

Como siempre, hago extensiva mi profunda gratitud a Christine, Aletheia e Isaac por su amor, su apoyo y su paciencia a la hora de soportar a un escritor gruñón.

Algunas de las ideas filosóficas, evolutivas y matemáticas presentadas en esta novela me fueron sugeridas por, o partieron de, los escritos de Gregory Chaitin, Rudy Rucker, Brian Greene, Stephen Wolfram, Edward Fredkin, Sam Harris, Richard Dawkins y Frank J. Tipler. El número de Dios está expresado con la notación matemática de flecha hacia arriba de Knuth.