«El capitán», teniente F. A. Worsley, reserva de la Armada Británica
Shackleton eligió con sumo cuidado la tripulación para el trascendental viaje. Worsley ya se había distinguido como navegante al llevar los tres barcos a buen puerto en la isla Elefante. Había servido varios años en el Pacífico en el servicio de vapores del gobierno de Nueva Zelanda, donde se convirtió en un experto en pilotar embarcaciones pequeñas y en recalar en islotes.