Del CLARION-LEDGER, de Blue River, Martes, 15 de marzo de 1951 |
DOBLE CRIMEN EN EL DISTRITO LA POLICÍA BUSCA A UN MISTERIOSO PISTOLERO
Anoche, en el período de dos horas, un desconocido pistolero cometió dos brutales asesinatos. Sus víctimas fueron Ellen Kingship, de 21 años, de Nueva York, y Dwight Powell, de 23, de Chicago, estudiante de la Universidad de Stoddard.
El asesinato de Powell se registró a las diez de la noche en casa de la señora Elizabeth Honing, Calle 35 Oeste, 1520, donde Powell estaba alojado. Según la forma en que la policía ha reconstruido los hechos, Powell, que entró en la casa a las 9,50 en compañía de la señorita Kingship, fue a su habitación en el segundo piso, donde encontró a un ladrón armado, que había entrado en la casa por la puerta trasera…
… El forense declaró que la muerte de la señorita Kingship había ocurrido cerca de la medianoche. Sin embargo, su cuerpo no fue descubierto sino hasta las 7,20 de la mañana, cuando Willard Heme, de once años, de la cercana Randalia, cruzó por un campo al lado del restaurante… La policía supo por Gordon Gant, locutor de la K.B.R.I. y amigo de la señorita Kingship, que ella era hermana de Dorothy Kingship, quien, el pasado abril, se suicidó arrojándose desde el tejado del Edificio Municipal de Blue River.
Se esperaba esta tarde en Blue River la llegada de Leo Kingship, presidente de la Kingship Copper Inc. y padre de la muchacha asesinada, acompañado de su hija Marión Kingship.
Editorial del CLARION-LEDGER, martes, 19 de abril de 1951
DESPIDO DE GORDON GANT
Al despedir a Gordon Gant de su empleo (véase página 5), la dirección de la K.B.R.I ha señalado que, «a pesar de los frecuentes avisos, Gant persistió en su empeño de utilizar los micrófonos de la K.B.R.I para atacar e insultar al departamento de policía de un modo que pudiera llamarse delictivo». Su tema era el doble crimen Kingship-Powell de hace un mes, en el cual el señor Gant ha tomado un interés personal y en cierto modo resentido. Sus críticas a la policía, dadas a conocer al público, fueron, por decirlo suavemente, indiscretas, pero, teniendo en cuenta que no se ha hecho progreso alguno por llegar a la solución del caso, nos vemos forzados a estar de acuerdo con la exactitud de sus observaciones, aunque no con su modo de exponerlas.