CAPÍTULO 58

¡Llegan los cómicos…!

La guerra de Ifni está en punto muerto. En el Ministerio del Ejército alguien se acuerda de cuando Marilyn Monroe y Bob Hope actuaron ante los soldados americanos en la guerra de Corea. Nosotros no vamos a ser menos. Envían a Ifni a una troupe de artistas para que levanten la moral de la tropa: Carmen Sevilla, el humorista Gila y algunos otros. Es famosa la foto en que la exuberante Carmen Sevilla posa empotrada en un muro de soldados sobrecalentados por el sol del desierto, alguno de los cuales aprovecha la coyuntura para palparle el rulé al mito erótico nacional. Al sentirse tan entusiásticamente homenajeada, la beldad nacional no descompone la sonrisa del posado, pero advierte entre dientes:

—¡Esas manos!

Los fabricantes de champán catalanes, los turroneros alicantinos, los naranjeros valencianos y los fabricantes de mantecados de Estepa envían lotes de sus productos a los heroicos soldaditos de Ifni. El próspero industrial y constructor Ildefonso López Puerta, más conocido como Chato Puertas, hace llegar quinientas paletillas de recebo y bodega y mil embutidos de caña de lomo[383]. El programa de radio «La voz de Madrid» organiza una colecta entre sus oyentes y entrega al mando miles de paquetes navideños destinados a los soldaditos de Ifni[384]. Petronilita, la hija de la duquesa viuda de Pradoancho, obtiene permiso de su director espiritual, el padre Fornell, S. J., para ofrecerse como madrina de guerra de alguno de aquellos héroes que mantienen enhiesto el pabellón nacional entre las dunas del desierto, bien entendido que someterá a su paternal escrutinio tanto las cartas que reciba como las que envíe. No es la única que se ofrece. Como ella, una muchedumbre de muchachas en flor se apunta en las listas que la prensa facilita al mando.

Carmen Sevilla con los soldaditos de Ifni.

Carmen Sevilla con los soldaditos de Ifni.

Tampoco don Juan de Borbón, el conde de Barcelona, se queda de manos cruzadas. Antes bien, envía a Franco un mensaje redactado en patrióticos términos: «En estos momentos en que se celebra la Pascua de la gran familia militar y en que las armas de España luchan defendiendo la patria, me dirijo a vuestra excelencia […] para hacerle saber que mi espíritu está al lado de los que lejos del hogar combaten y de los familiares que sufren con sus pérdidas o ausencias».

Carmen Sevilla y el resto de la farándula regresa a la madre patria con los operadores del No-Do, que compondrán un reportaje tranquilizador con las imágenes de la simpática actriz bailando sevillanas con un paracaidista mientras el resto de la milicia aplaude y memoriza los contoneos de la artista para regurgitarlos después, en los íntimos alivios de la noche africana, tan lejos de la novia y tan cerca de la muerte.

Sólo unos días después, el 13 de enero de 1958, los moros tienden una emboscada a dos compañías de la Legión que han salido de reconocimiento y les causan cuarenta y dos muertos y medio centenar de heridos[385].

Anuncio, 1957.

Anuncio, 1957.