Al fin del día, en esta otoñal tarde
En esta íntima sala nos reunimos,
Que casi bajo tierra está situada,
Pero de callejero ruido libre.
Para pláticas hechas en confianza,
En las que abrir el corazón podemos
En medio de un pequeño comité,
Íntimo, que consigna es de este grupo.
Mas gracias y saludos lo primero
A quienes honran este tabernáculo
Con su presencia: digna inclinación
Al anfitrión que bríndanos tal foro
Cuando mi grey dispérsase errabunda
Por todo nuestro reino.
Bienvenidos en este nuevo hogar,
Pero sin nuevas deudas o exigencias,
O novedades o reformas:
Aquí la vieja historia sólo veis
En todos sus horrores y sus fases,
Por bien o mal, por grande o por pequeño,
Íntimo, pero en toda confianza
Y seriedad; no es bueno sonreír siempre,
Ni hace la vida todo el año gracia.
De una tragedia trátase esta tarde
Y no son divertidas las tragedias:
No nos echéis en cara este deporte
Nuestro, que la tristeza será breve
Porque a las diez este local se cierra.
Bueno, lo que debía decir lo he dicho,
Pero repito lo que más me importa:
¡Todo en confianza hagamos, pero bien!
(Pausa)
Al empezar, corramos el telón
Y a luz plena nosotros nos veremos
Mientras tinieblas a vosotros cubren:
Ojalá vuestros nervios, protegidos
Cual vuestros ojos, no se muestren duros
Con nosotros. En cómodos asientos
Nos veis inermes con nuestro poeta,
Y con crítica calma contempláis
Cómo nuestros dolores aguantamos:
Toda una vida humana en pocas horas.
«Pena y Temor» fue para la tragedia
El lema del antiguo[276], pena a aquellos
Compartidores del arcano golpe
Divino que el destino humano cambia;
¡Los que después llegamos añadimos
Al lema humanidad, resignación
En nuestro viaje a la isla de la muerte![277]