Se cubre el cielo, las nubes corren,
Aéreas naves que van al viento;
El día entero navegar deben,
Más con la tarde quietud esperan
Y en el oeste su nido aguarda:
Al sol muriente calor encuentran.
¡Firmes ahora, prestas al juego!
El espejismo burlón se inicia,
De casas móviles juego luciente,
Color ajeno, humo y efluvios.
*
Doradas nubes, vesperal fuego
Ruinosos fuertes y burgos alzan;
En altas peñas de esquisto rojo
En fluvial valle de leves simas
Tapias de viñas y frutas raras,
Ayuntamientos y catedrales,
Feudales gritos y cantos líricos,
Torres redondas y puentes altos…
¡Ahora! Las nubes cambian de fondo,
Ígneo desierto cunde implacable,
Ronda el beduino de potro a lomos,
De caravanas el flanco guarda.
Aquí palmeras, allá un oasis
Donde pirámides y camellos
Cual fuese espejos que al agua míranse…
Y ahora de nuevo cambia la escena
Y hacia otra fase va deslizándose,
La nube suéltase y se disgrega,
Luego condénsase del sol al beso,
Pinta, alza, crea las formas de antes.
*
¡Tierra!, tierra veo ahora
Cuando del mar espumeante
Llegando húndome hondo,
Mendigando sepultura.
Verdes orillas, sombríos bierzos,
Mecientes juncos en quietos golfos,
¡He aquí mi casa, con mis iguales,
he aquí mis valles, he aquí mi tierra!
*
¡Isla, tú, mi verde isla,
Flor que de la mar se asoma!
Recién segado heno aulente
Que yo en sueños contemplé.
Por suaves prados deambular vi
Niñas con peplo y sueltas guedejas,
Canoras juegan en vivos grupos
Y en paz y afecto juntas se abrazan.
*
Amigos, parientes veo:
Con odio nos separamos
Sin que nadie ya recuerde
Lo que tanto llorar hízonos.
Saudades me asen doquiera encuéntrame,
Dejan la exigua, ingrata tierra
Palabra hiriente, doliente idea.
¡Ay, nubes sólo, sólo son nubes!
*
¡Nubes, los niños del cielo
Revoloteando os abrazan!
¡Pisando la hez de la tierra
Nunca aprenderé a volar!
Navega a veces la negra nube
Y cae por tierra y se abre en charcos;
La nube, limpia, mancha la tierra,
El cielo, grande, se mira en fango.
¡El brezal cúbrese de lentejuelas!