CHAPARRÓN

Fue en el tiempo de las peonías,

Fue en el tiempo de los jazmines,

Sentada a mi mesa, era bella;

Culpa de flores y de vinos.

Ideas, miradas cambiamos.

Palabras fueron y vinieron

Tejiéndonos un velo en torno;

Uno éramos ambos, vivíamos

Nuestras vidas como una sola;

Larga, turbadamente hablamos,

Y más que nada preguntándonos.

¡Espiritual festín nupcial!

¡Qué suave relucía el sol

En los jazmines

Cuyo puro aroma mezclábase

Con los vinos!

Súbita obscuridad nos sume

Y el aire sordo quieto vuélvese.

El sol de resplandecer cesa,

Ciérrase la flor, tiembla el árbol.

Callamos, mi mano tomó

Ella, el miedo fue nuestro lazo;

Los ojos sólo preguntábanse:

¿Moriremos del mismo fuego…?

Caen lentos, gruesos goterones

Contra el marco de la ventana;

Y al caer se disgregan: ¡piensa!

De admiración el cristal manchan.

La lluvia cae sobre el tejado,

En vivo fuego arden las nubes.

Así responde, brusco, el cielo

A las preguntas de los niños.