MAÑANA

Rocas y bosques, encendidos,

Junio matinal está en llamas.

De tierra, viento del oeste,

Bueno promete ser el día.

La cafetera en la solana

Canta sobre la llama azul.

La casa todavía duerme,

Sólo el señor está despierto.

Su café sorbe en la butaca

De su mujer, prende un cigarro,

Mete en su cartera papeles

Y sale, lento, al aire libre.

Echa al jardín una ojeada,

Mira sembrados y macetas,

Aquí y allá una rama corta,

Quita a una corola un gusano.

Va subiendo montaña arriba,

Savia de pino aroma el aire.

Ve allá abajo la roja casa,

Alba esquina, ventana verde.

Allí duermen aún los niños

Al calor de su madrecita,

Y él vuela un beso, un beso o dos,

Y sigue andando bosque adentro.

Coge una prímula, una orquídea,

Grazna un urogallo entre arbustos,

Salta una ardilla entre dos árboles,

En el pantano chilla el ánade.

Luego, en la orilla, en su glorieta,

El hombre se sienta a escribir.

¡Mar y sol y olas azules!

Ahora está escribiendo sátiras.

Después corre a casa a almorzar,

Sus niños corren a besarle.

Su sátira no es sobre ellos,

¡Qué monos y callados son!