Ciñe el trinquete, el viento
Ahora nos está en contra.
Tu inquieto velo miro,
Tu cabello vivaz.
Tu ágil velo azul veo
Entre cuerdas y mástiles
Como del cielo atisbo
Y azuleante onda.
Diez años ha lo vi
Envejecer primero;
¡Grandes fueron las riñas,
Mas el amor crecía!
Fue en la calle de Drottning,
Un bello día de junio,
Cuando, en angosta acera,
Tú y yo nos encontramos.
Entre la gente huiste
Y los escaparates,
Tu cola y tus botinas
Su frufrú conjuntaron.
Sombreros y sombrillas
Dominaban tu velo.
Luego hundióse en la humana
Turba, que lo cubrió.
Pero yo lo encontré;
Cual gallardete en mástil,
Luego, tormenta adentro,
Nunca dejé de izarlo.
Tu inquieto velo azul
Sigue igual de azul siendo,
Ya no es el mismo, claro,
Pero al tiempo lo es siempre
Larga ahora el trinquete,
Bajan del mar las olas.
No tememos tormentas,
¡La prole espera en casa!