NIHILISMO REAL[6]

El rey, desde su palco del proscenio,

En el Teatro Real, la señal hace

De aplaudir, y con gran premura el público

A obedecer se apresta la real orden.

¿Es por Natalia, née de Gogol,

O por la actriz que la encarna esa orden?

¿O es, quizá, al decorado y a los bellos

Trajes a lo que todos tanto aplauden?

Esto último es lo que ha pensado el cínico

Que encuentra que la obra es un poco roja

Y hubiera preferido verla muerta,

Aunque al autor el público reclama.

Fue, pues, un homenaje al nihilismo

Lo que este real mandato desbocó,

¡Tan suprema se ha vuelto la corona

Que hoy el nihilismo es alto acato al rey!

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Durante el entreacto se oye luego

Entre los que se ven en el vestíbulo

Un suave murmurar: «¡… Créeme… te digo…

Verás como esta novedad prospera!».