Antes luchaba el caballero
Quizás con el yelmo cerrado,
Pues su nombre iba en el pendón
Y, si era falso, era un granuja.
Se entra ahora bajo la barrera
Como truhán que a robar viene
Y el calzón se rasga en la tabla
Para ira de su madre luego.
Ahora se unta uno de hollín,
Cuando no se pone careta,
Para ocultar mejor el morro.
Para no apestar a gentuza
Se arroga uno elegantes nombres.
Con falso nombre y falso atuendo
A la palestra nos lanzamos
luchando por lo bello y limpio,
Por el ideal, Dios, fe, etcétera,
Creyendo de una vez lavar
El nombre que manchó uno mismo.
¡Pero, oh, caballero sin tacha
Ni miedo, tu guante no acepto,
Yo creí por vieja nobleza
Que también tú eras noble!
¿Tales prendas, dime, no portas?,
¿Es que no hay talla que te valga?
La mano sucia ha de ser fuerte;
Muéstrame!, ¡sin timidez!, ¡pero
Si patas tienes y no manos!