A Jane y James, muchas gracias.
A Geoffrey Perkins, por lograr lo improbable.
A Paddy Kingsland, Lisa Braun y Alick Hale Munro, por ayudarle.
A John Lloyd, por su ayuda en el guión original de Milliways.
A Simon Brett, por iniciar todo el asunto.
Al álbum One Trick Poney de Paul Simon, que escuché de manera incesante mientras escribía este libro. Cinco años es demasiado tiempo.
Y muy especialmente, gracias a Jacqui Graham por su paciencia infinita, afecto y comida en la adversidad.