40 La globalización
Del mismo modo que el capitalismo fue originalmente un término peyorativo más que un elogio o una simple descripción, la palabra globalización se utiliza más a menudo para criticar que para alabar la economía mundial del siglo XXI. Evoca imágenes de talleres de trabajo esclavo en Malasia, centros de atención de llamadas en Bangalore, minas en Brasil y sucursales de Starbucks y McDonald’s por todo el mundo.
Todo lo anterior es consecuencia de la globalización, pero describir el fenómeno en semejantes términos sería engañoso. En economía, la globalización designa los vínculos comerciales y económicos que tienden puentes en el mundo y que tan provechosos han sido a lo largo de la historia humana.
¿Tan vieja como las montañas? La globalización ha tenido una importancia creciente desde 1492, el año en que Colón desembarcó en las Américas, si bien mucho antes de ello ya había un vibrante comercio internacional entre Europa y Oriente. Aunque el uso del término ha sido prevalente desde la década de 1980, esos años están lejos de ser la primera era caracterizada por la generalización de los intercambios internacionales, el comercio exterior y las migraciones. Ese reconocimiento corresponde a la era victoriana. Hacia finales del siglo XIX, cuando el Imperio británico se encontraba en su apogeo, y hasta 1914, dice John Maynard Keynes:
El habitante de Londres podía ordenar por teléfono, mientras tomaba el té de la mañana, diversos productos de toda la tierra, y esperar que le fueran entregados oportunamente en su puerta; podía, en el mismo momento y por los mismos medios, invertir su riqueza en los recursos naturales y las nuevas empresas de cualquier parte del mundo, y compartir […] sus frutos y ventajas futuros […]
Lo que vino a poner fin a esa era no fue sólo la primera guerra mundial, sino también el período de proteccionismo que siguió a la Gran Depresión. Muchos temen que esta nueva era de globalización pueda tener un fin igualmente triste.
«La globalización es un hecho de la vida. Pero pienso que hemos subestimado su fragilidad.»
Kofi Annan
Factores clave para la globalización. La globalización más reciente se sostiene en cinco factores clave:
Beneficios de la globalización. La globalización ha hecho a miles de millones de personas de todo el mundo significativamente más ricas. Las economías de países como Brasil, India y China han recibido un potente impulso gracias al aumento sin precedentes de sus exportaciones. Además, la entrada de este nuevo grupo de exportadores redujo la inflación mundial durante casi una década a partir de 1997, pues las compañías aprovecharon la oportunidad para reducir costes y los consumidores se beneficiaron del ahorro resultante.
De hecho, hay muchas pruebas que sugieren que la globalización fue en gran medida responsable de lo que se conoce entre los economistas como la «gran estabilidad» de los aproximadamente quince años previos a 2007. Durante ese período, la economía mundial creció más rápido y durante más tiempo que nunca antes, y la inflación permaneció baja y estable. Es cierto que a esto le siguió una crisis financiera de enormes proporciones, pero ésta se debió en gran medida a otros factores (véase el capítulo 35).
Críticas a la globalización. Cuanto más rápido se han difundido los principios de la globalización por el mundo, más estridentes se han vuelto las críticas que se les dirigen. Es normal que las reuniones de las principales instituciones multilaterales atraigan a miles de manifestantes. La reunión de la Organización Mundial del Comercio en Cancún en 2003, por ejemplo, se vio empañada por el suicidio de un granjero surcoreano por la supresión de los apoyos a la agricultura.
Los críticos de la globalización, entre quienes se encuentran Naomi Klein, Joseph Stiglitz y Noam Chomsky, en ocasiones han etiquetado a sus defensores más ardientes como neoliberales. Por lo general, estos críticos atacan el fenómeno desde tres ángulos:
¿Una era de paz y democracia? A pesar de las múltiples críticas, la globalización ha mejorado de forma espectacular el nivel de vida de aquellos países que la han abrazado (aunque, como ocurre siempre en el sistema capitalista, las ganancias no hayan sido distribuidas de forma equitativa). Además, el hecho de que aumente las fortunas de las clases medias y profesionales sugiere que acaso también haya contribuido a la difusión de la democracia.
Otro argumento a favor de la globalización es que la existencia de vínculos económicos fuertes entre las naciones tiende a disuadirlas de ir a la guerra entre sí. El periodista estadounidense Thomas Friedman, autor de ese himno a la globalización que es La Tierra es plana, sostuvo en este sentido que nunca dos países que tuvieran restaurantes McDonald’s habían ido a la guerra entre sí. Por desgracia, esta afirmación dejó de ser válida después de que Rusia atacara Georgia en 2008. Y la lección de la primera era de globalización, que tuvo un final terrible con el estallido de la primera guerra mundial, es que nunca podemos dar por sentado que la difusión del comercio y la riqueza han cambiado el mundo para siempre.
La idea en síntesis: la globalización es la adrenalina del capitalismo