Primer Suceso

El Tío Matías reposa en paz en un panteón de mármol elegante, blanco veteado de finas venas rosadas; en la lápida, un escueto mensaje reza: «Descanse En Paz El Tío de Todos los Gitanos». Lo que en todo caso llama más la atención es la composición que guarda la entrada del panteón; en esa composición una figura doliente, arrodillada a los pies de un prócer erguido en su distinción con la mano tendida en dirección al doliente, alarga la mano, implorador. No queda claro en las facciones de la figura doliente si es hombre o mujer. La duda está, pues, en si una puta está esperando que el prócer le dé una soberana hostia por una recaudación poco generosa, o si un drogadicto está esperando que el proveedor se apiade de él…

De cualquier manera, descanse en paz el Tío Matías, esté donde esté, que en estos casos nunca se sabe…