[1] López Ochoa, E., Campaña militar de Asturias en 1934, p. 100, Madrid, 1936. <<
[2] López Ochoa, E., op. cit., p. 160. <<
[3] López Ochoa, E., op. cit., p. 162. <<
[4] A. de Llano y Roza de Ampudia, Pequeños anales de quince días, 1935, p. 136s. <<
[5] J. Gómez Casas, manuscrito citado. <<
[6] J. M. Gil Robles, No fue posible la paz, 1968, p. 188. <<
[7] Barcelona, Grijalbo, 1978. <<
[8] De forma paralela se expresan los demás partidos republicanos. Cf. Prats, El Gobierno de la Generalidad en el banquillo, 1935, p. 11. <<
[9] Guerra y revolución España, 1966, I. p. 62. <<
[10] Cf. mi libro Los documentos de la primavera trágica, 1967, p. 526. <<
[11] Cf. L. Aymamí, op. cit., p. 259. <<
[12] Cf. Octubre Rojo, 1935, p. 187. <<
[13] M. Nelken, Por qué hicimos la revolución,, 1936, p. 148s. <<
[14] Gil Robles, No fue posible la paz,, 1968, p. 147. <<
[15] Ibid. <<
[16] F. Gordón Ordás, Mi política en España II, p 258. <<
[17] M. Domingo, La Revolución de Octubre, 1935, p. 197. <<
[18] C. Bergés, Explicación de Octubre, 1935, p. 265. <<
[19] S. de Madariaga, España, 1964, p. 435s. <<
[20] El problema religioso-moral de España, 1936, p. 25. <<
[21] Tuñón de Lara La España del siglo XX, 1966, p. 126. <<
[22] Prólogo al libro de U. Massimo Miozzi, Storia della Chiesa in Spagna, 1967. <<
[23] Arboleya, La apostasía de las masas, 1922, p. 1. <<
[24] Peiró, F, op. cit., p.13. <<
[25] M. M. Pelayo, Heterodoxos, VII, p. 511. <<