—qué te pasó ayer?
—nada…
—el que nada no se ahoga.
—… nada importante.
—Xacobe…
—tienes razón, contigo no tengo secretos, parece que adivines en mí. ayer recibí una carta.
—de amor?
—no precisamente, una cita.
—parece algo muy anticuado eso de pedir una cita por carta.
—no me la pide, me fija hora y lugar.
—como los antiguos caballeros para batirse… tiene relación con lo que debías haber hecho y no hiciste?
—sí.
—qué te pasa, Xacobe?
—estoy acorralado, Esmeralda, ni siquiera a ti te lo puedo contar.
—… sabes que soy tu confesora. tu único refugio.
—ni siquiera tú me puedes ayudar, tengo que averiguar cosas sobre mi pasado y tú no me puedes echar una mano en eso.
—no mires atrás, Xacobe. recuerda a la mujer de Lot, volvió la vista atrás y se convirtió en estatua.
—tengo que saber lo que me pasa, carajo. tengo que averiguar cosas sobre mi vida, aunque me quede ciego o me convierta en estatua, y no sé a quién preguntar, me ocultan cosas.
—si nadie te puede ayudar, qué vas a hacer?
—recuerdas que te hablé de una tipa que estaba ayer esperando aquí en mi despacho?
—sí, lo recuerdo.
—tiene un argumento para una película que me interesa.
—… qué tiene que ver una película con esos problemas personales que te agobian?
—no es el proyecto de la película, es la historia en concreto lo que me interesa.
—por qué?
—…
—Xacobe…
—no te lo puedo decir, es todo muy extraño, no te lo puedo decir.
—y crees que esa mujer te va a ayudar?
—… no lo sé. su historia es muy importante para mí. hay algo en esa historia… y llevaba meses en la productora sin que mi secretaria me la haya pasado…
—… se le habrá olvidado, o no le daría importancia.
—no sé. sin embargo quiero hablar con la autora de ese argumento.
—le vas a contar a ella lo que no me estás contando a mí?
—no. ya sabes que no. sólo contigo me atrevo a hablar sin máscara… tiene gracia decir que hablo sin máscara cuando los dos hablamos escondiéndonos, yo me llamo Xacobe realmente, pero ni siquiera puedo saber si tú te llamas realmente así…
—las máscaras son el modo de mostrarse completamente desnudo, cuéntame y te ayudaré…
—… ahora no. necesito hablar con ella antes.
—piénsatelo bien, qué va a saber ella de tus problemas? Xacobe, no salgas de tu vida, quédate dentro, no.
—ya está pensado, tengo que cortar ahora, tengo una llamada.
—espera, no cortes, no te marches, Xacobe, no.