Beaujeu (Guillaume de), 7-1291. Elegido Gran Maestre de la Orden del Temple el 13 de mayo de 1273. Miembro de una estirpe de barones vinculada con la realeza, se comporta en Tierra Santa como un señor, tratando a príncipes de igual a igual, y se gana la enemistad del rey de Chipre, Hugo III. Hace uso de su autoridad e influencias contra Jacques de Molay (el nuevo Gran Maestre) con ocasión del proceso contra la Orden, así como de su supuesta «amistad» con los musulmanes. En verdad, Guillaume de Beaujeu conoce a la perfección el mundo musulmán de cuyo respeto goza al haber sido siempre hombre de palabra. Por otra parte, supo tejer una red de espías en el círculo más cercano al sultán, lo que le permite atesorar valiosa información, como la referente al asedio que se urdía contra la ciudad de Trípoli. Por desgracia, sus advertencias caen en saco roto: la dudad sucumbe en abril de 1289. No cabe duda de que las cordiales relaciones mantenidas por Guillaume de Beaujeu con el mundo musulmán son una de las razones que lo unen a Carlos de Anjou (el hermano de Luis IX el Santo). En efecto, este último trata de asegurarse un buen entendimiento con el sultán de Egipto, puesto que, tras ser coronado rey de Sicilia y posteriormente de Nápoles, se hace con el trono de Jerusalén. Guillaume de Beaujeu fallece a consecuencia de sus heridas durante la toma de Acre.
Benedicto XI, Nicola Boccasini, 1240-1304, papa. Se sabe relativamente poco de él. Hijo de una familia muy humilde, este dominico conserva su sencillez durante toda la vida. Muestra de ello es una de las curiosas anécdotas que nos han llegado: tras ser elegido, su madre le hace una visita toda acicalada. Este le explica amablemente que su atuendo es excesivamente rico y que prefiere a la mujer sencilla. Conocido por su temperamento conciliador, este antiguo obispo de Ostia intenta apaciguar las disputas entre la Iglesia y Felipe el Hermoso al mismo tiempo que se muestra implacable ante Guillaume de Nogaret y los hermanos Colonna. Fallece tras dieciocho meses de pontificado, el 7 de julio de 1304, envenenado con higos o dátiles.
Bingen (Hildegard von), 1098-1179. Toma el hábito a los quince años y es elegida abadesa en 1136. Poetisa y compositora, mantiene una relación epistolar con múltiples personalidades durante la segunda mitad del siglo XII. Se reconocen sus milagros y la autenticidad de sus visiones queda probada. De salud sumamente frágil, pronto se interesa por las plantas medicinales. Autora, entre otras, de una obra de carácter médico que le ha hecho ser considerada hoy día como la primera fitoterapeuta «moderna». Pese a su débil salud, vive más de ochenta años, todo un récord por aquel entonces. Quizás sea esta una prueba de los beneficios de sus recetas terapéuticas… Aunque a menudo se le atribuye el título de santa, nunca llegó a ser canonizada.
Bonifacio VIII, Benedetto Caetani, hacia 1235-1303. Cardenal y legado en Francia, toma la tiara pontificia bajo el nombre de Bonifacio VIII. Ferviente defensor de la teocracia pontificia, contraria al moderno Estado de derecho. La abierta hostilidad que le enfrenta a Felipe el Hermoso surge a partir de 1296. La escalada del conflicto no tiene freno, ni siquiera tras su muerte, momento en el cual Francia se propone abrir un proceso de condena contra su memoria.
Chartagne (Malatería de). Fundada en las inmediaciones de Mortagne por Rotrou III —apodado el Grande—, conde de Perche, señor de Nogent y conde de Mortagne, a su regreso de las Cruzadas en torno a 1100, con el deseo de acoger a sus compañeros contagiados de lepra en Tierra Santa. Cuatro canónigos de San Agustín se encargan de atender la malatería. Las familias de los caballeros afectados, y por tanto recluidos entre sus muros, la dotan de todos los lujos.
Clairets (Abadía de mujeres de), en el departamento de Orne. Situada al linde del bosque de Clairets, en el distrito parroquial de Masle. Geoffroy III, conde de Perche, y su esposa Mathilde von Braunschweig, hermana del emperador Otón IV, ordenan su construcción mediante carta otorgada en julio de 1204, que se prolonga por siete años, finalizando en 1212. En su consagración interviene igualmente un comendador templario, Guillaume d’Arville, del que poco se sabe. La abadía se asigna a monjas de la Orden del Císter, las bernardas, quienes gozaban del derecho de administrar alta, media y baja justicia.
Clemente V, Bertrand de Got, hacia 1270-1314, papa. Primero es canónigo y consejero del rey de Inglaterra. Sus excelentes cualidades como diplomático evitan que se enemiste con Felipe el Hermoso durante la guerra entre Francia e Inglaterra. Es nombrado arzobispo de Burdeos en 1299, sucediendo posteriormente a Benedicto XI en 1305 con el nombre de Clemente V. Ante el miedo de verse confrontado con la escena italiana, que apenas conoce, se instala en Aviñón en 1309. Logra dar largas a Felipe el Hermoso en los dos principales asuntos que los enfrentan: el proceso contra la memoria de Bonifacio VIII y la eliminación de la Orden del Temple. Consigue calmar la rabia del soberano en el primero, y se las compone para circunscribir el segundo.
Lepra. Enfermedad infecciosa endémica en ciertas regiones del mundo, producida por el bacilo de Hansen. El ser humano es el único reservorio de la lepra. Contagiosa y de incubación lenta (de dos a ocho años, a veces incluso veinte años), esta afección tiene una evolución progresiva. Ya es conocida por griegos y árabes quince siglos antes de Jesucristo, y la primera descripción escrita de la misma se remonta a seiscientos años antes de nuestra era. Importada a Europa por los ejércitos romanos, se propaga como reguero de pólvora en Francia, durante la época de las Cruzadas. Aunque en un primer momento se les trata con benevolencia en Tierra Santa, los leprosos son rápidamente considerados como parias al descubrirse la transmisión de la enfermedad. Víctimas de una abierta hostilidad, a partir del siglo XII se les confina en malaterías, se les prohíbe la entrada a edificios públicos y son obligados a avisar de su llegada haciendo sonar unas tablillas de san Lázaro y más tarde una carraca. El temor popular se torna en vindicta pública, acusándolos a menudo de brujería. Gracias a la reducción de su incidencia en Francia y en el resto de Europa a partir del siglo XV, se reintegra a los leprosos en el derecho común del que habían sido excluidos. Existen cinco tipos de lepra, de intensidad y pronóstico variables en función de la respuesta inmunológica del afectado. El primer síntoma es la aparición de lesiones cutáneas que va acompañada de pérdida de sensibilidad en la zona de las máculas. A continuación el sujeto sufre daños neurológicos y debilidad muscular. Le siguen otras lesiones de tipo visceral y ocular. La gravedad de estos daños puede ser extraordinaria en aquellos enfermos más débiles. Actualmente, existen tratamientos enormemente eficaces. Hoy día se calcula un total de quince millones de afectados en el mundo aproximadamente, sobre todo en el África subsahariana, China, Asia oriental, India, Madagascar, Portugal, España, las Antillas, Sudamérica, Nueva-Caledonia, etc.
Nicolás IV, Girolamo de Ascoli o Girolamo Masci, hacia 1230-1292. Hijo de un secretario judicial, ingresa en los Hermanos Menores y se doctora en teología. Es enviado por Gregorio X a Constantinopla, donde relanza las negociaciones con objeto de reunir a las Iglesias de Oriente y Occidente. En 1288 es nombrado papa, tras un dilatado cónclave de doce meses. Aun teniendo fama de hombre paciente e indulgente, abandona a los herejes de Provenza a merced de la Inquisición. Durante todo su pontificado, intenta congregar a las dos Iglesias y apoya a las órdenes mendicantes. Es criticado por su favoritismo hacia los Hermanos Menores y los hermanos Colonna que se convirtieron en los acérrimos enemigos de Bonifacio VIII.
Nogaret (Guillaume de), hacia 1270-1313. Doctor en derecho civil, imparte clases en Montpellier y posteriormente se incorpora al Consejo de Felipe el Hermoso en 1295. Pronto le asignan mayores responsabilidades. Toma parte, en un primer momento de manera más o menos oculta, en las principales cuestiones religiosas que convulsionan Francia. Más adelante, sale de la sombra y desempeña un papel determinante en el asunto de los templarios y en la pugna entre el Rey y Bonifacio VIII. Nogaret es un hombre de profunda inteligencia e inquebrantable fe cuyo deseo es salvar a la par Francia y la Iglesia. Ejerce de canciller del Rey para ser reemplazado más tarde por Enguerran de Marigny; no es hasta 1311 cuando recupera el sello.
Felipe IV el Hermoso, 1268-1314. Hijo de Felipe III el Atrevido e Isabel de Aragón. Tiene tres hijos con Juana I de Navarra, los futuros reyes: Luis X el Obstinado, Felipe V el Largo y Carlos IV el Hermoso, así como una hija, Isabel, casada con Eduardo II de Inglaterra. Este valeroso y excelente caudillo, es igualmente inflexible y severo. Cabría desmitificar tal retrato habida cuenta de que testigos contemporáneos de Felipe el Hermoso lo describen como un soberano manipulado por sus consejeros, quienes «lo lisonjeaban y aislaban para engatusarlo». Si bien la Historia lo recordará por su decisivo papel en el proceso contra los templarios, Felipe el Hermoso es ante todo un rey reformador que persigue, entre otros objetivos, desembarazarse de la injerencia papal en la política del reino.