He llegado hasta ti,
y el amor ha erigido un caudal de palabras
como un río ya nuestro, cuerpo en fondo abrazado,
abrasando sin hora. Mirador
de este andamio, que escalamos de frente, en presente
continuo. Saber, lo que es saber,
no supimos decirlo, no pudimos nombrarlo,
arrancados de luz. Blanca luz
buceadora, irradiando en su cumbre;
cuerpo en fondo de música, ya sin grave
materia: nebulosa de acuario, como peces brillantes,
pez en aire de agua
toda azul,
toda tú.