Canción que oíamos en la costumbre
de la noche, y ahora qué. Trozo de aire, hueco
sordo, seco y desnudo en
lo hueso descarnado de la historia. Pedacito
de ayer escurrido aquí mismo, por un despeñadero
sin nosotros. Nosotros, estos que hoy
somos ya decorado
en llaga, en carne viva,
mira por dónde —din, don—,
¿dónde?
------------Qué
lejano, qué
pequeño ya todo, a indebida
distancia. Qué extraño en esta absorta
mirilla, absurdamente.